CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Como nunca le había sucedido, en esta elección el PRI tiene ante sí un escenario de derrota de su candidatura presidencial con José Antonio Meade anclado en el tercer sitio, además de una debacle histórica con la posibilidad de perder las ocho elecciones a gobernador, la de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México y la mayoría en el Congreso de la Unión.
“Puede ser peor que en 2006, cuando quedamos como tercera fuerza política nacional”, dicen integrantes de la cúpula priista preocupados por el fracaso del equipo de campaña de Meade, que dirige Aurelio Nuño, y por la mala conducción de Enrique Ochoa Reza en el PRI.
A éste lo sustituyeron la tarde del miércoles 2 por el exgobernador guerrerense René Juárez Cisneros, como parte de una operación de reagrupación con el fin de conservar al PRI relativamente unido.
La corriente Democracia Interna, que encabeza el exgobernador Ulises Ruiz e integrada por más de 200 militantes de todo el país, se congratuló en una carta dirigida a Meade por la llegada a la dirigencia nacional de Juárez Cisneros, “un priista orgánico, combativo y responsable”, pero piden algo más:
“Esperamos también la salida de Aurelio Nuño de la coordinación de la campaña, pues Nuño aparece como el defensor del gobierno y no como el promotor de nuestro candidato. Lo hemos señalado: que sea el gobierno quien defienda sus logros. A la campaña le compete proponer un mejor futuro a la ciudadanía”.
Dicha corriente interna es la única en el PRI que ha criticado la imposición de candidaturas y los procesos de selección de candidaturas plurinominales y para gobernador. “Insistimos, se privilegió en muchos casos la imposición y los números nos dicen, hasta hoy, que es probable que no ganemos ningún gobierno estatal en este año y que tengamos en el Senado y en la Cámara de Diputados representaciones sin precedente por su pequeñez numérica. Aún es tiempo de corregir, pero el tiempo se acaba”, advierte Democracia Interna.
Argumentan los priistas inconformes que, después del primer debate, se esperaba una mejoría en la intención de voto, pero Meade sigue atascado en tercer lugar en todas las encuestas. Entre éstas citan la de Parametría, según la cual, como explicó su director, Francisco Abundis, el candidato de la coalición Todos por México cayó dos puntos tras el debate y sus pérdidas desde enero suman ya seis.