TIJUANA.- Las temperaturas en la región se han incrementado y representan un riesgo para la salud, sobre entre quienes realizan sus actividades en el exterior, al respecto, el doctor Fernando Martínez Angulo, director de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 34 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tijuana, explicó que el golpe de calor es una de las consecuencias ante la exposición directa al calor.
Indicó que cuando la temperatura corporal supera 40 grados centígrados, sufre una descompensación grave, ya que el cuerpo funciona normalmente a una temperatura propia de 37, provocando deshidratación.
El cuerpo, dijo, cuenta con procesos como la respiración, sudoración y la circulación que funcionan también como sistema de enfriamiento al subir la temperatura, pero cuando se sufre de golpe de calor, estos mecanismos de enfriamiento dejan de funcionar provocando la pérdida de líquidos y una serie de manifestaciones que ocasionan daños neurológicos y en casos extremos, la muerte.
La temperatura que provocará el golpe de calor varía para cada persona según su condición física, alimentación, hidratación y región en que se encuentre, pero los niños menores de 6 años y adultos mayores de 65 tienen un riesgo mayor de padecerlo por lo que las medidas de prevención se deben agudizar en ambos.
Las personas con discapacidad, enfermos crónicos, turistas provenientes de regiones frías y pacientes cardíacos, también pueden resultar más vulnerables a sufrir un sobrecalentamiento del organismo.
Martínez Angulo explicó que los síntomas que indican que alguien sufre un golpe de calor inician con mareo, confusión o desorientación; enrojecimiento y resequedad en la piel, fiebre superior a 39.9 grados que eventualmente podría subir a 41º C.; comportamiento errático, ritmo cardíaco acelerado, dolor de cabeza, inconsciencia, convulsiones y en casos severos, pueden presentarse vómitos frecuentes y problemas para respirar.
Para evitar este mal, el doctor Fernando Martínez, recomendó mantenerse hidratado bebiendo de dos a tres litros de agua a lo largo del día según las actividades que realice, vestir ropa ligera y de algodón en colores claros, dejar que el cuerpo se acostumbre a los cambios de temperatura, consumir alimentos ligeros que incluyan frutas y verduras, no permanecer al interior de autos estacionados y procurar el descanso de vez en cuando.
Para quienes gustan de actividades al aire libre, es mejor hacerlo en grupo o acompañado a fin de que en caso de ser necesario, reciban ayuda; evitar el consumo de bebidas alcohólicas o excitantes, pues aumentan el metabolismo y con ello la temperatura del cuerpo.
El director de la UMF número 34 recomendó ante cualquier incidente por golpe de calor, llamar a un número de emergencia, si es posible trasladar al afectado a alguna área de urgencias cercana o a Atención Médica Continua en la Unidad de Medicina Familiar (UMF) de adscripción.
Si no es posible, trasladar al paciente a la sombra o lugar fresco, reducir su temperatura mediante baños con agua fresca o toallas húmedas colocadas en axilas e inglés, esto de manera provisional mientras acude el auxilio médico.