CDMX.- El actual sistema de partidos políticos que hay en México está desfondado y ya no tiene credibilidad, lo cual se va a manifestar en el proceso electoral del próximo 1 de julio, consideró el Maestro David Fernández Dávalos S. J., Rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.
Por tal motivo, en México “tendremos que recomponer nuestro sistema electoral, nuestro sistema de partidos y el modo de funcionamiento de la incipiente democracia que tenemos en el país. Justamente porque hoy, un político que llega con buena fe, con optimismo, a querer hacer el cambio, finalmente acaba siendo regurgitado, absorbido, refuncionalizado, por un aparato que todo lo corrompe”.
Lo anterior fue dado a conocer por el Mtro. Fernández Dávalos en una entrevista que sostuvo con el Dr. Enrique Gutiérrez Márquez, director del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas; y el Dr. Miguel Eraña Sánchez, académico del Departamento de Derecho; quienes conducen en IBERO 90.9 Radio el programa ‘Ficción Política’.
El Rector dijo que, desde el punto de vista de la Iberoamericana, la clase política no debe estar al servicio de sus propios intereses, ni de los intereses de las grandes empresas transnacionales ni de los intereses de los grandes empresarios nacionales o del capital financiero; “porque gobiernos que han estado al servicio de esos intereses no han resuelto los graves problemas de la población”.
Por eso la Universidad hace un claro llamado “a no servirse del poder para los intereses espurios, de carácter personal o de terceros, que estén por encima del interés de las mayorías y del país como conjunto nacional”.
Durante la conversación, en la que el Padre David Fernández retomó a petición de sus entrevistadores las ideas centrales de su ‘Cuarto Informe’ como Rector de la IBERO CDMX –acontecido el pasado lunes-, dijo que en su mensaje hizo un llamado a los actores políticos, económicos y sociales a conducirse con honor y a respetar las reglas del juego.
Y “ofrecí a quien resulte electo el próximo primero de julio, como Presidente de la República, el saber de nuestra Universidad. Lo llamé a que tome en cuenta el saber de todas las universidades para construir un proyecto diverso, un proyecto de cambio que está demandando nuestro país con mucha urgencia. Y también le dije que lo vamos a estar mirando”.
Presidente electo estará bajo ‘la mirada de la IBERO’
Así como la realidad siempre ha estado bajo ‘la mirada de la IBERO’, “ahora estaremos mirando a quien venga a gobernar, para valorar su desempeño y para ver si es congruente con las necesidades de la población en el país, particularmente de los grupos más desprotegidos y más pobres”.
Sin importar quién gane los comicios, el presidente electo no podrá resolver solo los problemas de México; por lo que es necesario que la sociedad civil, la sociedad en general, se organice, participe y se haga cargo del futuro del país. “No podemos ceder en los gobernantes, en la clase política, ni siquiera en los empresarios más encumbrados, el que encuentren las soluciones que hoy demanda nuestro país; soluciones de justicia, de equidad, de inclusión, de respeto a los derechos humanos”.
“Eso será una responsabilidad común de ciudadanas y ciudadanos, tendremos que reflexionar, organizarnos, coordinarnos, incidir públicamente. Eso me parece que es lo más importante que tendremos que hacer después del 2 de julio”.
Para el Rector, la sociedad deberá tener los muy ojos abiertos, y por eso en su informe hizo énfasis en ‘la mirada de la IBERO’. “Nosotros estaremos viendo lo que ocurre; pero creo que todos los colectivos ciudadanos, los jóvenes, las jóvenes, tendrán también que estar mirando críticamente lo que ocurre, para que puedan participar de una manera informada y eficaz.
Tras preguntarle cómo puede la IBERO no ser neutral, Fernández Dávalos respondió que una universidad, particularmente una confiada a la Compañía de Jesús, como la IBERO, tiene que ser rigurosa y académicamente fuerte, pero eso no quiere decir imparcial. “Las universidades de la Compañía de Jesús toman partido, y toman partido en favor de los vulnerados, de los débiles, de los que han sido relegados, de los empobrecidos; porque desde allí podemos construir el bien mayor y el bien para todos y todas”.
“Decía en mi informe que la Universidad Iberoamericana no es neutral. Tenemos una agenda, que es la agenda de los pobres, de las clases sociales vulneradas, de los desempleados, de los campesinos, de las comunidades originarias, de las personas de la diversidad sexual que han sido excluidas; esa es la agenda de la IBERO”.
“La pregunta que nos tenemos que formular no es cómo podemos ser neutrales y objetivos frente al conflicto social, sino de qué lado tenemos que estar, en la medida de que nadie puede ser neutral cuando hay un conflicto. Si nos proclamáramos neutrales en realidad estaríamos tomando partido en favor del opresor”.
Transformar la realidad
En respuesta a cómo hacer creíble el discurso de que la Iberoamericana es diferente de otras universidades privadas, el Rector dijo que el horizonte de la docencia, investigación y acción social de la IBERO tienen que ser los intereses objetivos de las clases subalternas, de los grupos marginados, de las poblaciones vulnerables; “y entonces hacemos investigación y hacemos docencia para transformar esta realidad”.
“Y cómo lo hacemos creíble; estando afuera, donde es necesario que esté la Universidad, acompañando a movimientos sociales, reflexionando sobre los grandes temas de derechos humanos, de pobreza, de exclusión, de inequidad, de violencia de género, etcétera. Aportando a la reflexión social sobre estos temas”.
Un ejemplo de este compromiso de la Universidad Iberoamericana se muestra de manera relevante a través del programa ‘Si quieres… ¡Puedes!’, a favor de estudiantes de sectores populares, a quienes otorga becas del 80 al 100% y apoyos para alimentación y transporte. “Pero no porque seamos buenas gentes, sino porque queremos que transformen nuestra Universidad, nos hagan entender que hay un México distinto que la mayoría de nuestros alumnos no conoce y no está sensible frente al mismo”.
Además, las y los alumnos con la beca ‘Si quieres… ¡Puedes!’ ayudan a la IBERO a “funcionar como una institución verdaderamente solidaria y comprometida”; por eso este programa del que actualmente forman parte poco menos de 500 estudiantes tiene como meta llegar al menos a dos mil jóvenes.