Octavio Fabela Ballinas |EBC
Tijuana.- Mientras el gobierno estatal reporta que atiende a 4 mil 249 centroamericanos en albergues de Tijuana y Mexicali, el líder de la Caravana, Irineo Mújica considera que la situación podría normalizarse en Tijuana en un par de meses si es que el gobierno mexicano entrega documentos para trabajar y movilizarse de manera legal.
Entrevistado tras un recorrido que el líder de Pueblos Sin Fronteras realizó en el albergue Benito Juárez de Tijuana, aseguró que la concentración de centroamericanos se esparcirá en cuanto se les permita trabajar “algo que podría empezar a suceder la próxima semana pues nadie está más desesperado de que esta gente se disperse que México”.
“Deben hacerlo pronto, no pueden esperar los seis meses que estas personas deben esperar para conseguir una cita para solicitar asilo político en los Estados Unidos, de no hacerse “vemos a tener un desastre de gente que no tiene que comer, dónde dormir adecuadamente y eso provoca desesperación y esta lleva al caos”.
Por ello insistió en que de manera conjunta gobierno y líderes de la caravana logren una solución “con un documento que principalmente quite el efecto que causa en ellos el miedo de ser deportados, entonces esta gente se va a ir sola a otra ciudad a buscar sus objetivos, por eso es importante tener el documento migratorio”.
El temor a una posible deportación y la ansiedad por presentarse ante la autoridad migratoria de los Estados Unidos es manifiesta entre un buen grupo de centroamericanos asilados en el albergue Benito Juárez, al grado de que durante la tarde del sábado grupos dispersos planeaban acampar en la zona de El Chaparral.
“Aquí no hay ni agua, es mejor ir a presionar en el Puente” aseguró uno de los migrantes que arribó a Tijuana con la segunda Caravana, la que llegó el miércoles por la tarde. “Queremos trabajar, venimos a luchar y eso no se ve” aseguró. Muchos de los migrantes llegaron creyendo que el trámite ante Estados Unidos era cuestión de días y no de meses.
La tarde del sábado se notó tensa calma en el campamento. Muchos de los migrantes dormían tal vez intentando recuperar las horas de sueño perdido tras más de un mes de peregrinar por el país. Las mujeres se arreglaban el cabello, algunos lavaban la ropa y los niños se divertían en el área de juegos.
De acuerdo con uno de los migrantes que viajaba con sus hermanos, ahora vive en la incertidumbre pues “en Caborca a mis carnales dicen que los agarró la migra y los deportó, pero no tengo más información de ellos”, asegura que una familia en Honduras debe arreglárselas con un salario de 6 mil lempiras (250 dólares) sin embargo la luz son cerca de 10 mil lempiras mensuales (416.67 dólares).
Si situación no cambiará mucho en México pues según industriales de La Mesa de Otay, tienen 10 mil vacantes temporales para ofertar entre migrantes con un salario de mil 200 pesos al mes (59.50 dólares).