Ricardo Ravelo/sinembargo.mx
La desaparición de Joaquín Guzmán Loera del mapa criminal no cambió la dinámica del narcotráfico en México, por el contrario, los catorce cárteles que operan en el país siguen intocados y generando violencia de alto impacto por doquier.
Tras la captura del ex jefe del Cártel de Sinaloa, las autoridades federales dijeron que la caída del capo impactaría en las operaciones del crimen organizado, pero no fue así: los cárteles se mantienen firmes, aparentemente blindados contra las acciones oficiales. La organización de Sinaloa, por ejemplo, la más poderosa del mundo, ahora tiene cuatro frentes muy bien posicionados.
Un bloque es encabezado por Alfredo y Archivaldo Guzmán –hijos de “El Chapo” –quienes lograron afianzarse después de la captura de Dámaso López y su hijo del mismo nombre, apodado “El Mini Lic”, ambos presos en Estados Unidos.
Un segundo frente lo encabeza Aureliano Guzmán Loera, hermano de “El Chapo”, otro está bajo el mando de Rafael Caro Quintero, liberado mediante una argucia legal que no fue otra cosa más que una jugada magistral de las autoridades judiciales. Y en el cuarto bloque está el legendario Ismael Zambada García, “El Mayo”, la figura emblemática del narcotráfico, quien le habría pagado 100 millones de dólares al ex Presidente Enrique Peña Nieto por no molestarlo en sus negocios, de acuerdo con los señalamientos que surgieron en la Corte de Nueva York.
El Gobierno de Peña Nieto usó todos los recursos a su alcance para que Sinaloa se consolidara sin la presencia de “El Chapo”. Como organización criminal Sinaloa fue un proyecto transexenal: comenzó en 2001 con la fuga de Puente Grande y ahora sigue con otros líderes que continúan impunes aún en el Gobierno de la llamada Cuarta Transformación.
Y ni se diga del Cártel de Jalisco Nueva Generación, liderado por Nemecio Oceguera. Este cártel está entre los que más han crecido en los últimos siete años: se separó de Sinaloa y ahora domina en diez entidades federativas.
Cártel del Golfo y Zetas, ahora rivales, siguen firmes en Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila; en Guerrero el poder criminal y las rutas del trasiego de drogas se las disputan “Los Rojos” y “Los Ardillos”, temibles grupos criminales que, además de gozar de impunidad, también gobiernan a través de sus aliados en varios municipios guerrerenses.
La organización de la familia Díaz Parada es una de las más antiguas en el tráfico de mariguana. Opera en Oaxaca y desde esa entidad controlan buena parte del negocio. También está intocada al igual que la célula Beltrán Leyva, en otro tiempo poderosa debido a su alianza con Sinaloa.
Si algo positivo puede dejar el juicio contra “El Chapo” Guzmán es que la Fiscalía General de la República, a cargo de Alejandro Gertz Manero, integre las carpetas de investigación para enjuiciar a los ex presidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, acusados de recibir sobornos del crimen organizado y en particular del Cártel de Sinaloa. Para ello, se necesitan pruebas y, hasta ahora, nadie las ha aportado. Pero el sólo señalamiento es suficiente para que la FGR indague y vaya al fondo ahora que está de moda combatir la corrupción.
Sin embargo, todo indica que al Presidente Andrés Manuel López Obrador no le interesa investigar a los ex presidentes, aunque los exhiba cada vez que quiere por sus nexos con empresas trasnacionales –como es el caso de Calderón –o bien por sus corruptelas.
¿Y el dinero de “El Chapo”? Hasta ahora ninguna autoridad federal ha dicho algo al respecto. Desde el sexenio de Vicente Fox a la fecha, decenas de propiedades y seguramente dinero en efectivo, han sido asegurados al ex jefe del Cártel de Sinaloa, pero se desconoce el monto.
En Estados Unidos ya se mencionó una cifra: el Senador Ted Cruz propuso que el Gobierno de Donald Trump puede utilizar el dinero decomisado a Guzmán Loera para financiar el muro fronterizo. Se afirma que el Gobierno estadunidense le habría asegurado unos 14 mil millones de dólares el capo mexicano, suficiente para pagar el tan llevado y traído muro que divide la frontera con México.
Sin embargo, en México nadie habla de la fortuna asegurada a Guzmán Loera. Se sabe que la antigua Procuraduría General de la República –hoy Fiscalía –a lo largo de 18 años le aseguró al poderoso jefe de Sinaloa casas, ranchos, aviones y avionetas; vehículos de lujo, yates y dinero en efectivo, pero se desconocen los montos.
¿Quién tiene en su poder la fortuna de “El Chapo”? Nadie lo sabe. En México Guzmán Loera estuvo preso físicamente pero libre se mantuvieron sus finanzas, los brazos de la corrupción.
Hace algunos años la revista Forbespublicó que la fortuna de Guzmán ascendía a mil millones de dólares, dato que, según la cifra del Senador Ted Cruz, se queda muy corta, pues en Estados Unidos se calcula que hasta ahora lo decomisado suma unos 14 mil millones de dólares.
CUITLÁHUAC: GOBERNADOR BAILANDO
No cabe duda que la democracia es un riesgo cuando los ineptos llegan al poder. Es el caso de Veracruz. Cuna de políticos, esa entidad sufre actualmente los embates de una violencia criminal que ya rebasó todos los límites, mientras su Gobernador, Cuitláhuac García, se la pasa de baile en baile, en el limbo total.
Se afirma que el Gobernador no asiste ni rendir los honores a la bandera y a menudo deja plantados a los empresarios y otras organizaciones cuando se realizan eventos para discutir proyectos y/o necesidades del estado.
Tampoco recorre la entidad, como era habitual en otros tiempos por parte de los gobernadores. Miguel Alemán, por ejemplo, realizaba giras cada semana. Fidel Herrera, ni se diga, fue uno de los mandatarios más activos. Hasta Miguel Ángel Yunes solía recorrer el estado para cumplir algunas ofertas de campaña. Pero Cuitláhuac García sólo realiza giras cuando el Presidente López Obrador visita el estado. No se anuncia un sólo proyecto.
No cabe duda que García Jiménez no sabe la dimensión del cargo que tiene en sus manos y es claro que quien no trabajó la tierra no valora nada, pues la gubernatura no fue producto de su trabajo. Le llegó por accidente. Es verdaderamente preocupante la violencia que impera en Veracruz. Todos los días ocurren crímenes. Y nadie dice ni hace absolutamente nada. Si buscan al Gobernador, pues a ver quién lo encuentra porque vive bailando en los antros.
MORELOS: CUAUHTÉMOC AMENAZADO
El miércoles 13, el Gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, acudió a la Fiscalía General de la República para presentar una denuncia por amenazas de muerte.
Lo que hay que decir es que detrás de esas amenazas hay dos poderes: las fuerzas que aún maneja el ex Gobernador Graco Ramírez y el narcotráfico. Se sabe que Graco dejó el estado totalmente descompuesto y el propio Blanco lo ha acusado de malversación de dinero público y de un enriquecimiento hasta ahora sólo explicable por su paso por la gubernatura. De ahí que haya dejado un Fiscal a modo para que le cuide las espaldas.
En Morelos, como en Veracruz, todos los días ocurren asesinatos. En la tierra de Zapata opera el Cártel de “Los Rojos”, Santiago Mazari, “El Carrete”, es el líder de este grupo criminal y todavía sigue impune en Morelos. A este grupo criminal, rival de “Los Ardillos”, se le atribuye la violencia que priva en Morelos donde a diario ocurren balaceras, secuestros, asesinatos y robos.
Se afirma que contra el Gobernador Graco Ramírez existen varias decenas de carpetas de investigación por diversos delitos relacionados con su función como Gobernador que evidencian el tráfico de influencias que se manejó en su sexenio.
De ahí que Graco Ramírez haya dejado como Fiscal del estado al notario Uriel Carmona Gándara, su guardaespaldas, para que le frene todas las investigaciones que puedan afectarlo. Pero pese a ello, la guerra política sigue en Morelos, pues el objetivo de Cuauhtémoc Blanco es remover al Fiscal y proceder en contra de su antecesor, quien ahora vive fuera del país gozando de su descomunal fortuna.