TIJUANA.- Los ronquidos son indicativos de problemas de apnea del sueño, un trastorno que es causado principalmente por el sobrepeso y la obesidad. Seis de cada 10 adultos quienes presentan este padecimiento que se presenta con una respiración irregular al dormir, lo que impide la correcta oxigenación del organismo y con ello un adecuado descanso.
El doctor Octavio Castro, jefe de consulta de Medicina Familiar del Hospital de Gineco Obstetricia (HGO) número 7 del Instituto Mexicano del seguro social (IMSS) en Tijuana explicó que este trastorno es factor de riesgo para padecer hipertensión arterial y pulmonar, debilidad e impotencia sexual, problemas digestivos, vasculares cerebrales y hasta un infarto cardiaco.
Señaló que es común que la persona que ronca lo considere normal, e incluso se ha llegado a conceptualizarla como sinónimo de que se está durmiendo muy bien, pero esto en realidad es una manifestación de la apnea del sueño.
“Quien ronca usualmente amanece con la boca seca, dolor de garganta y presenta molestias para deglutir por problemas obstructivos de la zona nasofaríngea, por lo que es notable sufrir de faringitis”, dijo.
Entre algunos padecimientos que se generan por esta causa, se encuentran los dolores de cabeza por la mañana, cansancio, somnolencia todo el día, falta de concentración, alteraciones de la memoria y baja productividad laboral o escolar.
Indicó que en casos más graves se presentan taquicardias y pueden causar accidentes al quedarse dormido mientras se maneja un vehículo.
El doctor Castro señaló que son más los varones los que padecen este trastorno, principalmente después de los 30 años de edad, aunque también se presenta en niños, por lo que es importante acudir a atención médica principalmente cuando se presenta una sensación de taquicardia o ahogo.
Para su tratamiento, indicó, se recomienda bajar de peso, dormir de seis a ocho horas diarias los adultos y hasta 10 los niños, así como evitar tener la televisión en la recamara, no consumir café, tabaco, chocolate después de las 17:00 horas, no leer en cama y no cenar en abundancia y hacerlo dos horas antes de dormir.