TIJUANA.- Pasar a lustrar el calzado con Toñito era una tradición que duró casi 40 años en el Palacio Municipal. La madrugada del jueves Don Juan Antonio López Pérez falleció en su casa víctima de un problema cardiaco.
Cada inicio de una administración local, recibía la visita de los alcaldes electos para bolear sus zapatos como gesto de «buena suerte» durante el trienio.
Desde muy temprano don Toñito se ubicaba en el último piso de la Casa de Gobierno. Con una sonrisa dibujada en su rostro saludaba a quienes se dirigían a las oficinas municipales diariamente. Funcionarios y trabajadores por igual conocían a don Toñito quién todos los días cumplía de forma puntual su jornada laboral.
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