Octavio Fabela Ballinas/EBC
TIJUANA.- La inmensa mayoría de los mil 225 casos de desaparición forzada que tiene documentados la Asociación por los desaparecidos de Baja California se trata de personas que “estuvieron en el momento equivocado con la persona equivocada”, lamentablemente la autoridad lejos de investigar lo primero que hace es culparlos sin tomar en cuenta el daño que su ausencia causa en su familia y seres cercanos, lamenta el presidente de la organización Fernando Ocegueda Flores.
En entrevista en el marco de la conmemoración del Día Mundial de los Desaparecidos, Oseguera Estrada lamentó que en doce años de formada la Fiscalía Especializada de Personas Desaparecidas “muchísimos casos que todavía estén como no localizados o como privados de su libertad según la carpeta de investigación que se generó y que creo que seguimos igual en las mismas condiciones”.
Observa que al igual que lo que sucede con los más de mil 500 homicidios que van en Tijuana en lo que va del año, con los desaparecidos la autoridad se limita a justificar el hecho con un “él se lo busco” y es mínimo el avance que muestran las carpetas de investigación sin embargo “yo puedo hablar de jovencitos que en un momento dado estuvieron en el lugar equivocado, en el momento equivocado o con las personas equivocadas y fueron privados de su libertad por buscar a otra persona; son casos en los que como diría el ex presidente Calderón: fueron los daños colaterales”.
“Es un entramado tan grande que es sumamente difícil explicar. La versión de la autoridad lo más fácil es decir que andaba en los malos pasos y que es que se lo buscaron”, abunda, y explica que desde la lógica simple de la autoridad hay parte de razón pues “no podemos tapar el sol con un dedo, pero si vemos el fondo de lo que eso sucede, si van por ti, te llevan por estar con otra persona, entonces yo pienso que gran parte de los daños colaterales de esto sí tienen que ver con razones de alguna situación irregular”.
“La verdad yo no me atrevería a dar una estimación relacionada con los asuntos colaterales porque creo que de alguna manera u otra ni la misma autoridad te va a poder decir porque hay carpetas de investigación en las que hay que demostrar que verdaderamente que la persona es culpable antes de poder emitir un juicio” añadió.
Narra que uno de los casos que permite ilustrar esta situación de los daños colaterales es la desaparición de un joven que “salió de su casa en la noche, se detuvo unos momentos en un lugar en el que dicen hay movimientos de droga, entonces lo vieron sospechoso pensaron que era un espía o que iba de “halcón” y estaba revisando el asunto de sus movimientos de trabajo y se lo llevaban y no ha aparecido y era una persona común y corriente como estudios, sin vicios”.
Refiere que delincuente o no el problema con la desaparición forzada de las personas es que “se los llevan ya no los vuelves. Si son criminales y resolvieran las cosas es a la antigüita te mataban y te dejaban y ya estuvo, tu familia te puede dar cristiana sepultura. Aquí el problema es que dañan lo más profundo del tejido social con respecto del que ya no los vuelves a ver, delincuentes o no”.