CDMX.- Cientos de personas hicieron largas filas para ver la Luna, Venus y algunas estrellas en los más de 180 telescopios instalados
Mares de personas inundaron Las Islas de Ciudad Universitaria. Se trató de familias completas, amigos y grupos de jóvenes que se reunieron en La Noche de las Estrellas, en su décimo primera edición.
La convocatoria impulsada por académicos e instituciones del todo el país despertó el interés de cientos de personas que hicieron largas filas para ver la Luna, Venus y algunas estrellas en los más de 180 telescopios instalados; así como para participar en las actividades y conferencias en las 62 carpas y los 3 planetarios.
William Lee Alardin, Coordinador de la Investigación Científica de la UNAM, agradeció a las familias que acudieron a apropiarse de la ciencia que “permite educación, democracia, justicia y un espíritu crítico para que mejore el país y la sociedad. Apoyarla es fundamental, la Universidad Nacional trabaja para ello”.
Hizo un reconocimiento a las instituciones que apoyan la elaboración de este evento en conjunto con la UNAM, como la Academia Mexicana de Ciencias, el Foro Consultivo, la Embajada de Francia, el Conacyt, además de los académicos que hacen que todo esto funcione.
José Franco, investigador del Instituto de Astronomía (IA), destacó que los asistentes fueron atendidos por casi mil voluntarios que acudieron a mirar las estrellas y aprender de la ciencia.
“Tenemos un récord de asistencia extraordinario. El año pasado, en las cien sedes en toda la República, tuvimos cerca de 270 mil personas asistentes. Este año tenemos 110 sedes y estoy seguro que tendremos la mayor asistencia de todos los años”, enfatizó emocionado el astrónomo.
Igualmente, Jesús González, director del Instituto de Astronomía (IA) agradeció a los mexicanos que hicieron de esta Noche de las Estrellas una fiesta familiar que permite “acercarnos de nuevo al cielo, del que nos hemos desconectado por la modernidad y la aceleración de la vida cotidiana”.
Salvador Landeros, titular de la Agencia Espacial Mexicana, destacó que hoy más que nunca existe un interés por el cielo y conocer los misterios del espacio y prueba de ello es que ya se encuentran en pláticas para el regreso a la Luna en el 2024 y, dijo, será un honor que una mujer sea la encargada de alunizar ese año.
“La juventud es una de las motivaciones especiales para hacer cosas importantes en la Agencia Espacial Mexicana, hay proyectos relacionados con la observación de la Tierra, para agricultura, desastres naturales, seguridad y vigilancia, definir bien cómo iremos adelante en el área de telecomunicación, y actividades científicas y tecnológicas”, destacó Landeros.
En representación de la embajada de Francia en México, Marine Lande felicitó a los organizadores del encuentro porque se trata de once años de intenso trabajo que ha permitido que cada vez más se difunda la ciencia entre la sociedad, lo que es más importante del encuentro.
A su vez, Mario de Leo, del Conacyt, resaltó que este evento se ha convertido en el evento científico más importante para México, por lo que ahora desde el Consejo continuará apoyando este tipo de actividades.
Las conferencias magistrales del encuentro fueron impartidas por expertos de El Colegio Nacional, e investigadores de la UNAM. Susana Lizano, del IRA, habló sobre el origen de los elementos químicos; Luis Felipe Rodríguez, abordó la química entre las estrellas y, finalmente, Antonio Lazcano, expuso la química de los seres vivos.