TIJUANA.- Sin importarle las recomendaciones sanitarias por la pandemia del COVID-19, un empleado de la Sindicatura Municipal hizo una fiesta con todo y norteño.
Se trata de Eduardo Velarde Gutiérrez, de quien se quejaron sus vecinos por el escándalo y el no atender las acciones para disminuir la propagación del virus.
Por eso llegaron agentes de la Policía Municipal para conminar a los asistentes a concluir su reunión.
Velarde Gutiérrez se presentó como los uniformados, diciéndoles que trabajaba con la síndico María del Carmen Espinoza.
Además aceptó que acataría la petición de terminar la fiesta y hasta apagaron la bocina.
Apenas se fueron los oficiales, volvieron a continuar la fiesta en la privada Venecia del fraccionamiento Agua Caliente.
Por esa la razón volvieron los agentes y ahora la propietaria de la casa les advirtió “es mi casa y aquí yo puedo hacer lo que quiera”. Se negó entonces a detener la fiesta.
Fue entonces que el empleado de Sindicatura le advirtió a los oficiales que si no se iban este viernes iba a despedirlos.
Además el funcionario tenía estacionado en el lugar un auto propiedad del municipio con con número de control 07-083 de Oficialía Mayor.
Loa agentes reportaron la situación a sus mandos y la vivienda cerró con sus invitados al interior, en donde siguió la fiesta.