Industria constructora actividad esencial

Es la industria que más contribuye al PIB nacional - Crean alrededor de 75% de los empleos del país - Necesario otorgar créditos blandos a las Mipymes para poder hacer frente

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TIJUANA.- Señor presidente, señor gobernador, señor alcalde, esta industria aporta aproximadamente el 8% del PIB del país, lo cual significa que somos una de las industrias que más contribuye para el crecimiento del mismo, además, estamos compuestos por aproximadamente 97% de Mipymes que son las que mueven la economía del México.

¿Ustedes creen que esta industria no merece ser esencial? Necesitamos que se apoye este sector y a todas las Mipymes del país en el diferimiento de sus compromisos fiscales y con créditos de forma inmediata, sin las revisiones rigorosas de la banca de primer piso, este sector lo necesita y el país depende y más va a depender de ellas pasando esta crítica situación pandémica.

Las Mipymes ya deberían haber sido elevadas al rango constitucional para que puedan tener las condiciones ideales de crecimiento y productividad que requieren para ser mejores, motores más eficientes de la economía del país.

Estas mueven y pagan impuestos, dan y producen puestos laborables, creando gran cantidad de empleos en todo el país, algo así como 75%; el 52% aproximado del PIB nacional lo producen las mismas Mipymes en sus diferentes sectores. Esto sí es necesario elevarlo a rango constitucional.

Un país necesita de empresas que produzcan y empujen al país hacia adelante con empleos, pago de impuestos, innovaciones, etcétera, por encima de los programas sociales.

El 1 de abril se ordena por el gobierno federal la suspensión de toda obra privada que se esté ejecutando en todo México. La Secretaría de Salud publicó en el Diario Oficial de la federación el 31 de marzo el acuerdo por el que se establecen los lineamientos para la suspensión de las actividades no esenciales de conformidad con lo ordenado por el consejo de salubridad general, considerando a la industria de la construcción como una actividad no esencial.

La contingencia sanitaria por el Covid-19, sin duda que ha afectado en gran medida el desarrollo de obras en la ciudad, el estado y en todo el país.

NECESARIO, APOYO AL MICROEMPRESARIO

El empresario de la construcción ha tomado con toda responsabilidad el que se cuiden en todas las obras las indicaciones de seguridad que amerita la contingencia sanitaria, incluyendo guardar la sana distancia entre los obreros para evitar más contagios.

Actualmente estamos trabajando con un aproximado de 40% de la planta productiva de este sector en el estado, lo cual no abona a mantener una ciudad, un estado o a un país medio productivo.

Para librar esta lucha en esta contingencia sanitaria es difícil para el microempresario mantenerse sin trabajar y pagando sueldos a todos sus trabajadores por el tiempo que dure la presente situación. Necesitamos que el gobierno apoye a este sector específico en otorgar créditos blandos, prorrogar los pagos de impuestos fiscales y sin condiciones.

Hoy estamos en una situación en la que el microempresario necesita ser apoyado, porque en el futuro van a ser ellos quienes saquen a flote este país. Varias compañías mejor están parando antes que esto se convierta en una caída imparable, lo cual está dejando sin empleo a mucho personal y esto no es bueno para nadie.

Esperemos que se amplíen los criterios y que este sector no sea sancionado, ya que algunas empresas necesitan seguir trabajando. Sería algo paradójico que la obra pública de gobierno sí es esencial y la privada no, la controversia ahí está y nosotros los constructores sufrimos la falta de criterio en el desarrollo de las obras.

También, ante el anuncio de la autorización limitada a la Cámara Nacional del Cemento (Canacem) para la producción y distribución del cemento, estamos con la preocupación sobre la continuidad de las obras ya empezadas, que debemos tener salvaguardadas aún y durante todo el tiempo que dure la obra y, por consiguiente, esta contingencia sanitaria.

De continuar esto y no modificar esa apreciación y seguir calificando a la construcción como una actividad no esencial, pronto se empezará a caer en mora en el pago de impuestos, salarios, prestaciones, entre otros.

Mientras el gobierno siga desarrollando obras públicas ayuda al sector, pero también lo confunde al no permitir desarrollar la obra privada. Tal pareciera que seguimos promoviendo colores y no atendiendo la real necesidad de una industria que requiere de ser vista y atendida.

Gran cantidad de personas dependemos de esta actividad donde se deben de estar afectando aproximadamente entre ocho y doce mil familias que dependen de la industria de la construcción en esta plaza.

MARCO JURÍDICO, VULNERADO

Aun cuando la Constitución, la ley de Obras Públicas y servicios relacionados con las mismas, así como la ley para el Desarrollo de la Competitividad de la Micro, Pequeña y Mediana empresa, establecen las normas básicas que todo funcionario debe respetar en la asignación de una obra pública, concretamente hasta un 35% como mínimo.

En los hechos, ese marco jurídico es vulnerado de manera sistemática por los funcionarios de los tres niveles de gobierno, en claro detrimento de los empresarios y sus familias, ya que no se otorga esa participación a la Mipymes, además que no corresponde a su participación en el PIB nacional.

Existen más de cuatro millones de empresas en México, 97.6% son microempresarios y concentran 75.4% del personal ocupado total, seguidas por las empresas pequeñas con 13.5% y las medianas que representan 11.1%, respectivamente.

Como puede observarse, las Mipymes tiene una gran participación en la economía nacional, sin embargo, las de la construcción solo tienen una tercera parte de la asignación de obra.

Resulta imperioso modificar el actual esquema de asignación discrecional de obra pública que realizan los gobiernos federal, estatal y municipal para que el porcentaje de asignación se incremente de 35% hasta a 65%, ya que de los empleos que ostentan las Mipymes alcanza un máximo de 75.4% del personal ocupado total del país.

Debería nuestro gobierno promover que las dependencias y entidades de la administración pública federal y sus delegaciones en las entidades federativas y en la Ciudad de México, realicen la planeación de sus adquisiciones de bienes, contratación de servicios y realización de obra pública.

Lo anterior, para destinarlas a las Mipymes de manera gradual hasta alcanzar un mínimo de 75%, conforme a la normativa aplicable, que corresponda a la participación de las mismas en la generación de empleos a nivel nacional. De la misma manera incluir en la ley de obras públicas y servicios relacionados con las mismas una disposición similar.

En el aspecto financiero, las Mipymes tienen menor accesibilidad a la financiación bancaria, particularmente a mediano y largo plazo, y soportan un mayor costo financiero respecto de las empresas grandes.

En la actualidad, son importantes para el desarrollo de la economía de los países industrializados, así como de los que están en proceso; conforman la base económica de la mayoría de la población en nuestro país. Volviendo a las fuentes de empleo, representan 99.34%, contra el 0.66% de las grandes empresas.

Así que, estimado señor presidente, señor gobernador y señor alcalde, la Asociación Mexicana de Ingenieros Constructores de Baja California (AMIC BC) AC se manifiesta en forma tajante para que:

1. La industria de la construcción sea considera como una actividad esencial.
2. Las Mipymes sean elevadas a rango constitucional.
3. El otorgamiento de créditos blandos a todas las Mipymes para poder hacer frente a esta pandemia.
4. El diferimiento a tres meses de las obligaciones fiscales ante el estado, municipio y federación.

Atentamente
Ing. Víctor Manuel Escobar Sánchez
Presidente de la Asociación Mexicana de Ingenieros
Constructores de Baja California AC

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