Expediente Político
Por.- Alfredo Calva
A partir del pasado 30 de marzo, cuando el gobierno federal declaró la emergencia sanitaria a causa denla pandemia generada por el COVID-19, y decretó la suspensión de toda actividad laboral y productiva considerada no esencial, el titular de la Secretaria del Trabajo y Prevención Social en el estado (STPS), Sergio Moctezuma Martínez López y sus subordinados, se dieron a la tarea de que esa indicación fuera cumplida por los patrones a cabalidad.
El funcionario, quien por cierto, ha sido la revelación en las conferencias mañaneras que realiza su jefe, el gobernador Jaime Bonilla Valdéz, como el más entusiasta y vehemente panegirista del ejecutivo, ha sido junto con sus personal en estas tres semanas, un inflexible vigilante que no permite operar a las micro, pequeñas y medianas empresas, que no realizan actividades esenciales, sin embargo, no actúa con similar pasión en contra de las grandes industrias, en donde los miles de trabajadores en muchas de ellas, realizan sus actividades sin las mínimas medidas de sanidad que la situación demanda.
Lo anterior, empieza a llamar la atención y a generar molestia en aquellos empresarios que, por su actividad no esencial, fueron obligados a detener operaciones y enviar a sus empleaos a sus casas con el pago salarial de un mes, en el entendido de que hasta nuevo aviso reanudarán labores, sin embargo, las grandes empresas trabajan sin restricción alguna, sin importar su actividad, lo que para los empresarios conscientes y responsables ante la emergencia sanitaria, la STPS está actuando de manera selectiva, o está coludida por intereses económicos, filiales o por compromisos políticos, que les permiten trabajar impunemente.
Denuncias de estos hechos abundan en las diferentes redes sociales, incluso, han circulando videos en los que se muestran las acciones de protesta de los trabajadores que están siendo obligados a laborar y sin las medidas y protección sanitarias adecuadas, principalmente en los municipios de Tijuana y Mexicali, inconformidades que no han recibido respuesta favorables ni de patrones ni de las autoridades estatales.
Playas de Rosarito no es la excepción, plantas como Hisense o Hyundai, la primera arma televisores y cuenta con una plantilla laboral de aproximadamente 2000 personas, y de 2500 la segunda, cuya especialidad es la fabricación de contenedores para tráileres, han sido denunciadas, pero al igual que las de la capital del estado y Tijuana, la dependencia que encabeza Sergio Moctezuma Martínez, hacen oídos sordos.
Estamos por entrar a la etapa más difícil denla pandemia, de acuerdo a las proyecciones de las autoridades sanitarias, alcaldes y gobernador se encuentran al frente de sus respectivas demarcaciones y la entidad, dentro de sus capacidades, estructuras y equipos con los que cuentan, buscan lograr que se registre el menor numero posible de infectados y evitar con ello la saturación y desbordamiento del sistema de salud del estado, y en consecuencia, el menor número de defunciones posibles.
Y, la permisividad para que laboren las empresas no esenciales, sin importar su capacidad, no abonan a que se logren los objetivos y en consecuencia los daños sean mayores, y a esto se le suma la indolencia y omisión con la que ciudadanos han tomado las medidas implementadas por las autoridades de “la sana distancia” y “quédate en tu casa».
Es tiempo de que el titular de la STPS deje de hacer simulaciones y haga su trabajo, y los ciudadanos cumplamos con nuestra responsabilidad y llevemos a cabo lo que nos corresponde, solo de esa forma se podrá salir de está crisis sanitaria lo menos dañados posible.
No hay otra forma, o autoridades y sociedad cumplimos con nuestra responsabilidad, o las consecuencias serán muy dolorosas.
Y mientras tanto….
En el gobierno del estado están haciendo uso de la caja china.