Es traición a México festejar 20 mil muertos
Ya criticamos lo que pensamos se hizo mal, ahora apoyemos al presidente de México para esta vez sí hacer todos lo correcto.
sdpnoticias.com
@FedericoArreola
Una cosa es cuestionar a Hugo López-Gatell, quien evidentemente —hay que decirlo con toda claridad— no pudo con la crisis provocada por la pandemia, y otra muy distinta alegrarse de que que el número de muertos por Covid-19 se haya incrementado tanto.
Lo que se hizo mal debe corregirse. Pero, que conste, no solo fallaron las autoridades del sector salud que no fueron capaces de hacer pronósticos medianamente serios y ni siquiera de presentar sencillas estadísticas coherentes —no tuvieron humildad para recomendar con firmeza el sencillo cubrebocas que en todo el mundo es lo que más contagios ha evitado. La verdad de las cosas es que todos fallamos porque no supimos cumplir a cabalidad con el aislamiento, y ahora mismo estamos irresponsablemente retando a la muerte al salir a la calle sin las mínimas precauciones.
Algo deberá hacerse para detener los contagios, que no dejan de crecer, y sobre todo la cantidad de fallecidos, que ya es de espanto. Seguramente, y lo pagaremos como sociedad, tendremos que volver al confinamiento, lo que se traducirá en mayores costos económicos, pero no parece haber opción.
Lo que no se vale es lo que refleja la portada del diario Reforma de este viernes 19 de junio: cierta perversa felicidad porque ya estamos llegando a los 20 mil fallecidos por Covid. El placer que tal cifra proporciona a los editores y patrocinadores del diario de la familia Junco seguramente obedece a un pensamiento demente: es un dato que perjudica al presidente de México, a quien en la mencionada casa editora vean como un enemigo a destruir, no como un político a cuestionar. No entienden —o sí lo comprenden, pero no les importa— que cualquier cosa que dañe a AMLO perjudica a México. De plano tal actuación es un acto de traición a nuestro país.
Está bien, fallaron los expertos en epidemiología en quienes confió Andrés Manuel López Obrador. Espero que el mandatario no insista en defender al doctor López-Gatell solo porque habla bonito, como niño de cuarto grado de primera en concurso de declamación. Ello ya no tiene sentido. Pero, lo defienda o no, aconsejo desde la modestia de este espacio, que con el mismo médico al frente de la estrategia contra la pandemia, o de preferencia con otro especialista más eficaz aunque sea tartamudo, el presidente de México tome las decisiones urgentes que evidentemente exige el momento actual.
Ya cumplimos como ciudadanos señalando que las cosas se hicieron —las hicimos todos— en forma inadecuada. Dejemos ahí la crítica, no sembremos pánico. Lo que procede después de haber expresado nuestras opiniones, es apoyar al presidente que elegimos en cualquier cosa que decida hacer. Se hará lo que AMLO piense que debe hacerse. Lo que él determine, resultará mejor para todos si nos unimos para andar la ruta que el líder señale. No hay opción si queremos que esta vez las cosas se hagan correctamente.