TIJUANA.- La migraña es una enfermedad que se caracteriza por dolores de cabeza continuos e intensos. Entre los principales factores que provocan su evolución se encuentran: estrés, ansiedad, exposición a ruidos, humo de tabaco o genética. Ante este padecimiento, es importante consultar al médico y evitar la automedicación o los remedios caseros.
El director de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 40 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), doctor José Ramiro Herrera López, agregó que las personas con el padecimiento también suelen presentar náuseas, vómitos y alteración de la vista, y en algunos pacientes, el dolor de cabeza es pulsátil (mediante latidos o pulsaciones rítmicas).
Añadió que este mal afecta más a las mujeres que a los hombres, que la edad de más prevalencia es entre los 10 y 45 años y que puede además afectar a mujeres embarazadas.
Herrera López refirió que la migraña también puede ser ocasionada por algunos tipos de alimentos, entre ellos: productos procesados, fermentados, adobados, marinados y horneados; chocolate; nueces; mantequilla; lácteos; vinos rojos; pescado ahumado; hígado de pollo; carnes y algunas legumbres.
Indicó que el dolor que provoca la enfermedad se percibe detrás del ojo o en la parte posterior de la cabeza y el cuello; en algunos casos se sienten palpitaciones que laten con intensidad y se recrudecen en un lado de la cabeza.
“Generalmente, la migraña inicia con un dolor sordo y puede empeorar en un lapso de minutos a horas. Una crisis de esta enfermedad puede durar desde 6 a 48 horas” agregó.
Resaltó que no existe una cura específica para la migraña, pero de atenderse tempranamente los síntomas, y si se toman los medicamentos indicados, es factible prevenir el dolor o reducir su duración e intensidad.
Por último, el directivo del IMSS dijo que las personas bajo tratamiento médico deben acudir regularmente para ser valorados por su médico, quien determinará cualquier modificación a la dosis que recibe y evitar la automedicación, toda vez que algunos fármacos constriñen los vasos sanguíneos y se ponen en riesgo de sufrir complicaciones cardiacas.