Rusia ya registró una vacuna contra el Covid-19: Putin
El presidente ruso informó que la vacuna pasó por todos los controles necesarios.
sdpnoticias.com Rusia ya registró una vacuna contra el Covid-19, desarrollada en el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya.
Así informó el presidente de ese país, Vladimir Putin, quien en teleconferencia con los ministros de su gabinete, señaló que la inmunización contra el coronavirus pasó por todos los controles necesarios.
Incluso, dijo que una de sus hijas se había vacunado y que tenía una temperatura un poco más alta, pero que ahora se siente mejor, según lo publica CNN.
De acuerdo con el medio, Rusia no ha publicado datos científicos sobre sus pruebas de vacunas por lo que no se ha podido verificar su seguridad o eficacia declarada.
Contemplan presentación de la vacuna liofilizada en polvo
Las autoridades rusas informaron previamente que se contemplaba distribuir las dosis de la vacuna contra el Covid-19 en una presentación liofilizada en polvo, lo que significa que se deberá preparar una disolución previo a administrarla en seres humanos vía intravenosa.
En tanto, el equipo que desarrolla el fármaco, ubicado en Moscú, destacó que su composición artificial significa que no puede contagiar el coronavirus, lo que la hace muy segura.
Participaron en los ensayos clínicos unos 38 voluntarios sanos de entre 18 y 60 años de edad, y todos los individuos consiguieron desarrollar inmunidad tres semanas después de la aplicación, el tiempo máximo que tomó al sistema inmunológico desencadenar una respuesta contra el coronavirus.
CNN hace notar que los informes sobre la vacuna de Rusia se dan en medio de preocupaciones sobre su seguridad, eficacia y acusaciones de que el país ha tomado atajos esenciales en el desarrollo.
Y es que se había dicho que los cruciales ensayos de Fase 3 se llevarían a cabo después del registro estatal de la vacuna, por lo que los críticos de Vladimir Putin señalan que el impulso por una inmunización se produce en medio de la presión política del Kremlin, que busca mostrar a Rusia como una fuerza científica mundial.