Manejo de la pérdida en tiempos de cuarentena

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TIJUANA.- Si ya es difícil enfrentar una pérdida, la situación actual por COVID-19 agrava enormemente este dolor en la familia y allegados, debido a la imposibilidad de realizar el velatorio, el funeral o el entierro, resaltó la psicóloga Gabriela Hurtado Sinohui, especialista en tanatología.

Al participar la maestra Gabriela Hurtado en el espacio de Vida Universitaria con estudiantes de la Licenciatura en Nutrición y Dietética de la Universidad de Tijuana CUT, impartió la conferencia Tanatología y el manejo de la pérdida en el 2020, bajo la supervisión de la maestra Irma Esthela Smith Oliva, coordinador Académica de la carrera en mención.

En su intervención la psicóloga Gabriela Hurtado destacó que bloquear un duelo puede desencadenar en patologías como depresión o estrés, por lo que recomienda potenciar la parte personal frente a la colectiva, ahora que toda la humanidad se encuentra confinada en casa.

“Estamos viviendo un duelo colectivo ante la pérdida de control, en una especie de zona de guerra ante un enemigo invisible”, enfatizó Hurtado Sinohui.

A ocho meses de iniciada la cuarentena en Baja California, que igual se vive a nivel mundial, el saldo hasta ahora ha resultado en la pérdida de nuestra rutina como el empleo, la vida social y la independencia, lo que sin duda también ha golpeado a la relación de familia, las amistades, la salud y la vida misma.

Por ello, vivir en crisis y en total incertidumbre no es fácil para la humanidad esté 2020, considerado el año más difícil que ha enfrentado la población mundial en el último siglo. La situación actual nos ha obligado a cambiar la forma de percibir los días y de llorar la muerte.

Ante este panorama dijo la especialista en tanatología, es muy importante mantener la esperanza ya que sin ella es más complicado enfrentar la vida. Lo más recomendable, ante esta situación, es reconocer los sentimientos de tristeza, miedo, enojo, dolor y confusión, que es lo que se conoce como fatiga pandémica.

Este concepto de fatiga se utiliza para describir una tendencia de las personas de las personas al cansancio natural de las reglas y las pautas que deben seguir para evitar la propagación del COVID-19.

En este sentido, advirtió Gabriela Hurtado aprender a identificar estas emociones para, aunado a la crisis sanitaria, enfrentar las pérdidas personales que tanto duelen. Si una sola tragedia es muy complicada manejarla, nadie está preparado para enfrentar la muerte de un ser querido, es demasiado para entenderlo y resulta fácil para algunos desconectarse de la información que se da a conocer en los medios de comunicación con relación a la pandemia.

También mencionó que este tipo de situación suele ser normal ante la dimensión de la realidad, pues los seres humanos tendemos a distanciarnos, nos sentimos impotentes y nos alejamos como sucede en las guerras, con la pobreza, incluso, con el cambio climático.

Otros más niegan estas situaciones, mientras que otros piensan que no pueden hacer nada para remediarlas y aunque ante el coronavirus mucho está en las manos de los ciudadanos comunes, no lo hacemos, esto es lo que se llama fatiga pandémica.

La psicóloga Gabriela Hurtado propuso un plan de acción que dividió en tres secciones: la primera, para ocuparnos y sentirnos útiles, para ser funcionales; la segunda, para despejarnos, distraernos y relajarnos; la tercera y última, para dedicarle tiempo al trabajo psicológico tanto mental como emocional.

El aprendizaje que nos deja esta pandemia es que nos permite ver el grado de vulnerabilidad en los seres humanos al enfrentar una enfermedad que llegó para transformarlo todo, que nos obliga a enfrentar el enojo como parte del duelo ante las distintas pérdidas, que van desde lo material hasta lo personal. Nos lleva a vivir una experiencia que nos exige adaptarnos y tener presente que depende de nuestras acciones el prevenir, o evitar en la medida de los posible, la propagación.

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