TIJUANA.- A pesar de estar en la mira del Gobernador, Jaime Bonilla Valdez, quien pidió revocar el permiso de operación, el “Adelitas Bar” de la Zona Norte, reinició actividades y la escena del crimen de una trabajadora sexual ya desapareció.
El 11 de febrero, el marine norteamericano, Mathew ‘N’, de 38 años, originario de Ohio, California, degolló a la bailarina Isis Atalia Montoya Romero, de 19 años, en un pasillo.
Las cámaras de vigilancia captaron el momento en que a sangre fría el militar estadounidense le corta la garganta a la joven mujer, en tanto empleados y otras trabajadoras sexuales se hallaban en el lugar, pese al Semáforo Epidemiológico que prohíbe la operación de bares por la contingencia.
El norteamericano fue detenido e imputado; enfrentará el proceso penal en prisión. La Fiscalía General del Estado (FGE) aseguró las instalaciones del “Adelitas Bar” y el hotel del mismo negocio.
Durante días permaneció asegurado por la FGE, sin embargo de la noche a la mañana quitaron las cintas amarillas y reabrieron al público.
Esto a pesar de que el Gobernador, Jaime Bonilla Valdez, exigió una investigación para saber por qué el bar de la Zona Norte estaba abierto a pesar de la pandemia, y pidió al Ayuntamiento de Tijuana revocar el Permiso de Operación para dicho bar.
Extrañamente las autoridades de la FGE retiraron el aseguramiento y del Ayuntamiento de Tijuana permiten la operación del bar donde fue asesinada la mujer, y además de estar prohibido por el Semáforo Epidemiológico.
Los comentarios están cerrados.