Estorbo….

Expediente Político

Por.- Alfredo Calva

Para la abanderada de Morena a la gubernatura del estado, Marina del Pilar Ávila Olmedo, resultó un mal día para su campaña de proselitismo electoral contar ayer lunes cinco de abril con la presencia y compañía del lider nacional de su partido, Mario Delgado, quien en lugar de contribuir en el  crecimiento de su imagen y aceptación entre el electorado, simplemente le resultó un estorbo.

Mario Delgado, repudiado en 12 de las 15 entidades en que habrá renovación de gobernadores, acusado de haber impuesto a los candidatos de Morena, y haber mentido con respecto a la realización de encuestas para elegir a los mejores perfiles, simulando un proceso electivo democrático con la participación de los militantes y del pueblo sabio, no pasó desapercibido para los morenistas bajacalifornianos que lo abordaron reclamándole su actuar en la designación de candidatos a las diputaciones, señalándolo de corrupto, cuando acompañaba a la candidata en un recorrido programado en un mercado sobreruedas en Tijuana.

Para la abanderada morenista la situación se torno incomoda e irritante, sudó calentura ajena por las pésimas decisiones electivas de Delgado, quien se ha destacado durante el proceso de selección de candidatos a las gubernaturas, como un ente que solo sigue los lineamientos que le dictan desde Palacio Nacional, lo que le da certinidad al por qué resultó el dirigente nacional del partido fundado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, por sumiso y lealtad ciega.

Es recomendable para Marina del Pilar, evite en lo que le sea posible, que su dirigente nacional la acompañe durante las visitas que realice Delgado a la entidad mientras desarrolla su campaña de proselitismo electoral, ya que mucho ayuda el que no estorba, y no solo le estorba Mario Delgado, también contribuye a empañar la imagen política de su abanderada.

Entre más lejano mejor.

Y mientras tanto….

Pasó desapercibida la presencia y acciones de la integrante de la Comisión Nacional de Honor y Justicia, Donají Alba, en BC.