BITÁCORA Y APUNTES DE UN FORENSE: La Autopsia psicológica en el suicidio.

Por Beatriz Aguilar Alejandrez
@socifobc
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En el suicidio la autopsia psicológica es la técnica que procesa la información indirectamente recolectada y dejada por una persona que ha fallecido de manera sospechosa, este análisis se enfocada primordialmente en evaluar y reconstruir su estado mental en el momento de su muerte, esta herramienta no se aplica en cada investigación, solo en casos dudosos como lo serian algunos accidentes o suicidios, pero al ser aplicada en combinación con el resto de información disponible suele ser muy valiosa.
En los años 50’ surgió el término Autopsia psicológica siendo atribuida a Norman Faberow, Robert Litman y Edwin Shneidman quienes fueron los pioneros de esta técnica, siendo desarrollada en los 60’, este proceso explora una retrospectiva psico-biográfica de las conductas y vida de la persona fallecida, en esa investigación las huellas psicológicas permitirán describir y comprender la personalidad, se detectarán o descartar factores de riesgo suicida, establecer áreas de conflicto o de crisis que experimentaba la víctima y vincularlo con su actuación.
Estas investigaciones necesitan una gran cantidad de información la cual se obtiene entrevistando a familiares y amigos del fallecido que estuvieron en contacto con él días previo o al momento de su muerte. Dependiendo el caso el investigador se puede encontrar con adicciones, historial de problemas mentales o estaba atravesando por problemas económicos o psicosociales.
En 1980 la Asociación Médica Americana se interesó por una alta tasa de suicidios comenzando a analizar las causas, los factores de riego son: entre los 15 y 34 años, sin relación de pareja, escolaridad básica, sin vínculo laboral, son generalmente hombres, se encontraban en aislamiento voluntario, había uso de sustancias, reflejando que el 25% había intentado previamente suicidarse, dando avisos previos que deseaba hacerlo.
Las principales motivaciones que se han encontrado han sido: deseo de escapar de un dolor físico o mental, fantasía de vivir al lado de su ser amado fallecido, enojo, venganza, vergüenza o expiación por culpa de una acción, confesar algo, cabe aclarar que muchos de estos suicidas que hacen avisos previos desean ser rescatados, si sus palabras llegan a oídos interesados podrían recibir ayuda.
Hay signos que pueden ser indicadores de conductas suicidas, como lo serían: perdida o aumento significativo de apetito o peso, cambio de hábitos de sueño, sueño excesivo o incapacidad para dormir, perdida de interés o placer en actividades que usualmente le agradaban, fatiga, dificultad para concentrarse, sentimientos de inutilidad, desvaloración o culpa, aislamiento y cambios dramáticos de humor, regalar posesiones o hacer su testamento, obsesión con la música y poesía que hable sobre la muerte.
Aunque el tema principal fue la autopsia psicológica y el proceso que se lleva a cabo para determinar las causas que motivaron esa conducta, estos estudios también nos ofrecen actitudes observables que serán de suma importancia para tomar acciones de ayuda, teniendo una comprensión general de lo que es el suicidio y lo que significa para una persona tomar esa decisión, la detección a tiempo de una persona en riesgo permitirá que esta reciba la ayuda necesaria para evitar el triste desenlace.

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