Antonio Heras
Es común ver al secretario de Salud de Baja California hablar de estadísticas y dar a conocer datos de la pandemia.
A eso ocupa tiempo y recursos el gobierno de Baja California desde hace más de un año.
Los enfoques de esa información representan un andamiaje de yerros en cuanto a la responsabilidad del secretario Alonso Pérez Rico y su «estratega» de comunicación Víctor Hernández, un añoso reportero que responde críticas al trabajo institucional con campañas de desprestigio o recurre al sicariato periodístico en columna de baja monta que «analizan» expedientes más públicos que el egocentrismo de los gobernantes.
La necedad de montarse en el Programa Nacional de Vacunación ha provocado confusión y enojo entre adultos mayores de 60 años y es un rayo que no cesa en las principales ciudades de la entidad.
Había dudas por la falta de infraestructura pero los servidores de la Nación han hecho bien esa encomienda del gobierno de México. Lenta pero segura, sin salidas falsas en contra del respetable.
Resulta extraño, por ejemplo, que alerte la Secretaría de Salud sobre la tercera ola de contagios y autorice la apertura del 100 por ciento de actividades de la o esenciales.
A los 15 días, como consecuencia, le atribuye a los ciudadanos el incremento de casos activos y ordena a la Comisión Estatal de Prevención de Riesgos Sanitarios que revise la disminución a un tercio del aforo de restaurantes, cines, hoteles, mercados, iglesias.
Se pasa del semáforo amarillo al naranja sin rubor alguno por una gran irresponsabilidad gubernamental.
A nivel federal, lo anaranjado del Indicador de la pandemia implica el cese de actividades proselitistas.
El «quedate en casa» y «sana distancia» son acciones de un programa y una política pública de atención de la pandemia instrumentada por el gobierno de México.
A nivel local hay un ausencia de políticas de prevención y detección de la covid 19. Incluso, de ponderación de datos estadísticos pues esos los realizan expertos en ciencias sociales y no médicos convertidos en funcionarios.
El problema es que habitamos Baja California, el primer estado libre… de la lógica.
En pleno uso de mi libertad de expresión, es cuanto…
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