TIJUANA.- Son dos familias, dos historias de impunidad y del terror que se vive en #Michoacán, donde bandas de narcotraficantes se dedican a extorsionar familias y asesinar inocente.
Una huyó de Aguililla para proteger a sus hijos y otro, de oficio agricultor de Zamora, también abandonó la comunidad ante el chantaje del crimen organizado. Aquí la historia.
Narran sus vivencias, bajo el anonimato.
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