TIJUANA.- El trabajo oportuno y coordinado de un equipo médico multidisciplinario del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Baja California permitió salvar la mano diestra de un trabajador accidentado en Tijuana.
El pasado 15 de abril, Horlando “N” se encontraba terminando su jornada laboral, manejaba una sierra para cortar metal cuando un movimiento inesperado de la herramienta alcanzó la parte superior de su mano derecha.
El sangrado abundante y la apariencia de la herida dejaba ver que se trataba de una lesión grave, motivo por el cual fue trasladado al área de urgencias del Hospital General Regional (HGR) No. 1.
Al recibir los primeros auxilios, se logró detener la pérdida de sangre y se aplicaron antibióticos y analgésicos para evitar una infección y combatir el dolor del paciente. Las características de la lesión llevaron a los médicos a contemplar la posibilidad de una amputación de la mano a la altura de la muñeca.
Sin embargo, el equipo de traumatología del IMSS valoró las opciones para tomar la determinación de estabilizar la extremidad lesionada y programar una cirugía reconstructiva. Los dedos afectados presentaban todavía circulación de sangre dando esperanzas de poder salvarla.
“Dos días después del accidente, el sábado, me llevaron a quirófano. Fue una operación muy larga, más de cuatro horas; me pusieron cinco clavos y lograron salvar mi mano”, recuerda Horlando.
Johana Ocampo Villalobos, traumatóloga ortopedista del IMSS, informó que se logró la reconstrucción ósea y la reparación vascular, nerviosa y de tendones para salvar la extremidad.
“El paciente ha evolucionado favorablemente, lo que va a permitir el inicio de una terapia de rehabilitación para lograr la mayor movilidad posible para reintegrarse a sus actividades lo más allegado posible a su capacidad previo al accidente”, agregó la doctora Ocampo.
Horlando ha regresado al quirófano en dos ocasiones, una de ellas para realizar un exitoso injerto de piel. El tratamiento recibido ha dado pie a una recuperación notable, que permitió el retiro de los clavos dos semanas antes de lo programado.
El camino continúa, se requiere de la reconstrucción de ligamentos y un intenso trabajo de rehabilitación; sin embargo, Horlando reiteró su compromiso de continuar adelante y a la par del esfuerzo y profesionalismo que le ha dedicado el personal médico del IMSS para lograr su recuperación.
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