Por Beatriz Aguilar Alejandrez
Existen trastornos que se vuelven limitantes en nuestras vidas, en este caso surge una afectación mental caracterizada por ciertos comportamientos que se enfoca en la autopercepción que tiene el individuo de sí mismo, aunado a estados de ánimos depresivos y conductas inestables, siendo pan de cada día acciones compulsivas y de ira, resultando en problemáticas al relacionarse con su entorno social, estos síntomas generalmente salen a la luz durante la adolescencia o adultez, pudiendo mostrarse también durante la infancia.
Las personas con este trastorno tienden a ver las cosas de manera extrema, pudiendo sentir que todo lo que pasa es totalmente malo o totalmente bueno por lo que sus opiniones sobre alguien puede variar de un momento a otro, siendo un día un buen amigo y al otro transformarse en su peor enemigo, sus sentimientos y sus relaciones se tornaran intensas e inestables, de igual forma tiene comportamientos compulsivos y arriesgados como lo sería comprar en exceso, sexo sin protección, conducir de forma impudente, abuso de sustancias, entre otros, cabe aclarar que esto es resultado de estados de ánimo elevados, importante que un experto diagnostique para ofrecerle al paciente el tratamiento adecuado.
La sintomatología puede variar, teniendo algunos pacientes todos los síntomas, a diferencia de otros que solo pueden tener algunos, el desencadenante puede ser acontecimientos graves o bien uno aparentemente cotidiano, un ejemplo sería el viaje de negocios de una persona con la que sientan cercanía, especialistas sugieren que las causas son por factores genéticos, medioambientales y sociales, estas personas son más proclives a desarrollar síntomas de depresión, trastorno bipolar, ansiedad, entre otros por lo que llegan a tener comportamientos suicidas y destructivos.
Estudios sobre neurobiología y su relación con la estructura y funciones cerebral permite entender las características psicopatológicas que limitan los aspectos cognitivos, afectivos, interpersonales e impulsivos pero no relacionarlos totalmente como resultado de una herencia genética ya que las partes del cerebro que se ven afectadas son especialmente susceptibles al estrés y al como asimilan el trauma, si bien es cierto que algunos genes son susceptibles a eventos traumáticos, este trastorno no es el resultado directo de eso, según investigaciones mencionan que es resultado de un proceso dinámico y multifactorial entre alteraciones genéticas y sucesos medioambientales.
Los pacientes con esta afectación mostraron déficit en los procesos empáticos, por lo que se llevaron a cabo estudios que permitían estimular estas habilidades, cobrando una importante relevancia para fortalecer el proceso cognitivo social y de las condutas interpersonales, siendo de mucha ayuda para que la persona con este trastorno entienda lo que siente y piensa la otra persona y como responder adecuadamente a cualquier estimulo.
Algunas terapias para el Trastorno límite de la personalidad incluyen a los familiares en las sesiones, estas permitirán ayudar a toda la familia a desarrollar habilidades para comprender y apoyar al paciente.
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