BITÁCORA Y APUNTES DE UN FORENSE: Trastorno Facticio

Por Beatriz Aguilar Alejandrez
Anteriormente llamado Síndrome de Munchausen por poderes, Este es un trastorno mental grave, que ocurre cuando una persona miente diciendo que el mismo u otra persona tiene una enfermedad delicada o problemas psicológicos que requieren una especial atención medica con la intención de engañar para obtener consideración y apoyo, esto no es lo mismo que cuando una persona inventa un problema de salud para obtener un beneficio inmediato como salir temprano del trabajo, esta conducta va más allá y de forma inconsciente.
Los síntomas de este trastorno pueden variar desde una pequeña exageración de los signos de enfermedad, pudiendo llegar al punto en que alteren pruebas médicas, visitas e internamientos en hospitales, todo para convencer a otros que necesita un tratamiento e incluso cirugías de alto riesgo mencionando que la vida puede peligrar si no se realiza. El papel que lleva a cabo esta persona en su calidad de enfermo es obtener un beneficio psicológico, una paciente describe que era la forma en que la gente se preocupaba y mostraba su interés por ella.
Este síndrome también es un tipo de maltrato infantil, estudios revelan que algunas madres utilizan a sus hijos en la práctica de esta conducta, volviéndose un problema importante en las diferentes etapas de la vida de los niños, afectándolos física y psicológicamente, la personalidad de estas madres puede ser normal, pero con escasa estructura defensiva y sentimientos de vacío por lo que se aferran a esa personalidad para darle sentido a su vida, otras han mostrado histeria y crisis depresivas, pudiendo ser en algunos casos resultado del mismo trastorno de sus propias madres, algunos factores que pueden desencadenar este trastorno son el divorcios, desempleo, aislamiento, entre otros.
En investigaciones realizadas se detectaron ciertas similitudes en casos aislados, en La Victima sería: síntomas de difícil encasillamiento en un cuadro clínico especifico, síntomas persistentes e inexplicables con diagnósticos desordenados, antecedentes de muertes infantiles no aclaradas, exámenes complementarios no concordantes, tratamientos ineficaces o mal tolerados, en el caso de El Perpetrador: habitualmente es la madre, signos y síntomas no ocurren en su ausencia, madre menos preocupada que los elementos de salud, rehúye dejar solo al menor en el hospital, estrecha relación con médicos y enfermeras, pudiendo tener antecedentes de profesión sanitaria frustrada, trastornos psiquiátricos y de conducta.
Por sus características es difícil de detectar este síndrome cuando te encuentras frente a un caso con estas características, expertos sugieren observar a los menores vulnerables y su entorno parental, que incluya su alto nivel somático con controles periódicos y evaluación familiar, esto, en el ámbito médico, social, educacional y laboral.

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