Por Beatriz Aguilar Alejandrez
La familia debe formar lazos de amor y arraigo entre sus elementos, la construcción de un lugar seguro es vital para el desarrollo mental y psicológico de cualquier ser humano, el liderazgo de ambos padres dará forma al carácter y a la creación de fuertes bases morales, las cuales les permitirán a esos hijos crear también en un futuro una familia unida y socialmente aceptada.
Algunos padres de antaño se regían por reglas estrictas, control absoluto y poco o nulo afecto hacia los hijos, muchas de las disposiciones que tomaba el cabeza de familia no eran cuestionadas, sólo se aplicaban, en muchos de estos casos se utilizan castigos corporales para corregir cualquier error o desobediencia, considerando que estos eran necesarios para cambiar una conducta que para ellos no era aceptable.
La formación estricta e intransigente provocaba en los hijos falta de confianza en ellos mismos, limitándolos a formarse nuevos criterios de conducta, cayendo en un patrón que replicarán nuevamente con sus hijos, ahora bien, en algunas mujeres la conducta que presentaban era de sumisión, al crecer y liberarse de esa autoridad masculina estaban propensas a caer en un círculo vicioso, buscando inconscientemente una figura parecida a la de su padre, lamentablemente en muchos de estos casos la situación se complica adicionando violencia en su etapa adulta..
Porque se dice que victimas crean víctimas?, en los niños que vivieron etapas opresivas, en su desarrollo buscaran la forma de liberarse, creciendo con resentimiento hacia la figura paterna o figura de autoridad, en algunos casos el odio puede desencadenar en el asesinato de los padres como venganza por el trauma sufrido, al padre por ser el ejecutor de dicha agresión y la madre por no defenderlos.
La víctima evolucionará y en su adultez los roles cambian, tomando ellos mismos el puesto de esa figura que tanto odiaban, normalizando y hasta justificando el uso estricto de normas y violencia que se ejerció en ellos, considerando importante aplicarlas en sus hijos para formar hombres y mujeres de bien.
También existen niños vulnerables que mantienen en silencio los abusos que sufren en la calle o escuela, por este motivo los padres debemos estar alertas a cualquier cambio de conducta que pudieran tener, tristeza, retraimiento, baja de calificaciones, comen en exceso o dejan de comer, reclusión, duermen mucho, algunos dejan de emocionarse por cosas que antes les provocaba alegría, focos rojos que nos permitirán identificar si nuestros hijos están sufriendo algún tipo de acoso o maltrato fuera del entorno familiar.
La Violencia genera violencia, sea o no en nuestra familia, sea identificada en nuestros hijos o en los hijos de otros, la violencia no se justifica en ninguna circunstancia, el brindar apoyo si vemos a un niño o joven siendo agredido es obligación moral dar aviso y protegerlo si está en nuestras manos hacerlo, no cerremos los ojos ante cualquier tipo de injusticia o violencia, como sociedad debemos estar unidos para crear un ambiente sano en el que podamos vivir sin miedo.
Los comentarios están cerrados.