TIJUANA.- Poco más de dos toneladas de uva tipo Cabernet Sauvignon integran la primera cosecha tras un proceso de doce años de cultivo con aguas tratadas, hecho que representa una enorme posibilidad para el rubro vinicultor ante la grave situación de sequía.
“Fue en 2010 que ante la incertidumbre sobre la viabilidad de un programa que atendería la escasez de agua en Ensenada y su valle, el cual fue firmado en 1986 por el gobierno federal, que junto con directivos de la CESPT se buscaron alternativas para sembrar unos 800 sarmientos en un cuarto de hectárea aledaña a la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales en Tijuana”, explicó Magoni.
Se trata de una parcela experimental en La Morita donde se puso a prueba la calidad del agua tratada. “Durante doce años se le he dado seguimiento a esta labor y el resultado es una uva limpia, sana y apta para obtener vino tinto y rosa de alto estándar”, refirió.
En esta labor Don Camilo Magoni ha trabajado junto a un equipo de expertos en diversas áreas, además de laboratorios que proporcionan los análisis de agua, suelo y bacteriológicos de las uvas antes de la vendimia.
“Este viñedo es una prueba para la calidad del agua tratada, los análisis han salido perfectos y hemos logrado una cosecha excelente; tanto la hoja como el fruto están sanos”.
Ahora la uva será trasladada al Valle de Guadalupe para procesar el vino, el cual se embotella bajo el sello de La Morita y cuya etiqueta tiene una imagen de la planta de tratamiento.
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