TIJUANA.- Ante el anuncio del gobierno federal de reducir los precios en la canasta básica en un 8% hasta febrero de 2023, resalta ser una tarea compleja por tratarse justamente de ser de los productos cuyo precio es más volátiles por distintos factores.
De acuerdo con el Dr. Alfredo Valadez García, académico de la Escuela de Administración y Negocios en CETYS Universidad Campus Tijuana, refirió que el precio de todos los productos que consumimos diariamente se establecen en función de la oferta y la demanda, sin embargo, tras la pandemia y la afectación a la cadena de suministros, así como eventos como el conflicto Rusia-Ucrania (por la exportación de trigo y maíz), han elevado los precios a niveles no vistos en 40 años para ciertas economías, por lo que los costos actuales dependen cada vez más por la inflación mundial que por la misma oferta y demanda.
“Mantener esta contención de precios, es complicado ya que las presiones inflacionarias en México parecen no ceder en el corto plazo y se avecina justamente el trimestre (de octubre a diciembre) con más dinámica de demanda por parte de la población, donde típicamente lo que se observa son aumentos en los precios, así que, seguir con esta reducción de 8% es una meta compleja.
El pasado lunes se firmó un plan antiinflación entre el gobierno de México y 15 empresas de producción y distribución, este tiene la meta de reducir 8% el precio de los 24 productos que integran la canasta básica, de 1129 pesos a 1039, los cuales se mantendrían así hasta el 28 de febrero del siguiente año.
“Justamente los productos de la canasta básica forman parte de lo que llamamos inflación no subyacente, los más volátiles en la economía, como frutas, verduras y energéticos. El mercado no puede controlar si una sequía severa o unas torrenciales lluvias afectan la producción de tomate y ante su escasez, tenga que subir de precio. Por eso y otros motivos, los alimentos y todo lo que proviene del campo, es lo que más comúnmente presenta aumentos significativos de precio.
Los productos que forman parte de la canasta básica son: aceite de canoa o maíz, arroz de grano, atún en lata, azúcar morena, bistec de res, cebolla, chile jalapeño, chuleta de puerco, frijol de grano, huevo de gallina blanco, jabón de tocador, tomate o jitomate saladet, leche, limón, manzana, naranja, pan de caja, papa, papel higiénico, pasta para sopa, pollo entero. sardina en lata. tortilla de maíz y zanahoria.
De acuerdo con el docente de CETYS Universidad, los productos que son más sensibles a subidas de precio son: maíz, arroz, frijol, huevo, diversos tipos de carnes y el cuadro básico de frutas y verduras.
¿APLICARÁ PARA LA FRONTERA?
El Dr. Valadez García, aclaró que, en teoría, la frontera norte está incluida en la iniciativa, sin embargo, se tiene que examinar si los efectos de cambio de precios son en términos nominales o reales, ya que muchos de los productos que se consumen de este lado de México, son importados o adquiridos desde Estados Unidos.
“Estamos viendo esfuerzos inusuales para contener la escalada de precios. Por lo regular, le compete exclusivamente al Banco Central, en este caso al Banco de México, mediante su política monetaria el mantener estable la inflación. Sin embargo, los aumentos históricos de la tasa de interés por parte de Banco de México no han sido suficientes y esto era previsible, ya que los efectos no son inmediatos, sino que suelen tardar hasta 1 año. De manera que, ha intervenido el Gobierno con decisiones inéditas en la historia moderna de la economía de nuestro país. El tiempo determinará el éxito o fracaso de esta medida, la cual se vislumbra difícil de cumplir a cabalidad y que busca afectar lo menos posible a las familias con menos ingresos”, concluyó.
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