Tratado internacional para frenar la contaminación por plásticos en el océano

PORTOROŽ.- Las naciones reunidas en la 68a. asamblea de la Comisión Ballenera Internacional, celebrada en Eslovenia, adoptaron por unanimidad una propuesta para brindar el apoyo decisivo de la IWC para las negociaciones internacionales sobre el tratado internacional en materia de plásticos.

El tratado afrontaría las graves amenazas para las ballenas, los delfines, las marsopas (así como otros animales marinos) que constituyen los plásticos, incluyendo el atrapamiento y la ingestión, situaciones ambas que pueden desembocar en lesiones y la muerte. La propuesta fue presentada por la Unión Europea, el Reino Unido, Estados Unidos, Corea del Sur, Panamá e India.

El Dr. Madison Miketa, científico de la Humane Society International, especialista en vida silvestre, declaró: “Todos los años, miles de cetáceos sufren heridas o mueren debido a la contaminación marina causada por los plásticos, ya sea por la ingesta de desechos marinos, la acumulación de microplásticos, o el atrapamiento en artes de pesca abandonadas o perdidas, mismas que también se conocen como equipo fantasma. Estas son abundantes y pueden permanecer en el océano durante cientos de años, provocando un sufrimiento incalculable y la muerte. Los desechos marinos pueden ser confundidos con presas; por ejemplo, los cachalotes confunden el plástico que ondula en el agua con calamares. Por tanto, para las ballenas es en verdad una buena noticia que la IWC haya adoptado la resolución de la Unión Europea de apoyar las negociaciones internacionales sobre un tratado para frenar la contaminación por plásticos. La IWC puede ser un elemento poderoso en nuestra lucha por tener océanos libres de plásticos, lo cual beneficiaría a toda la vida marina”.

Se calcula que, cada año, unos 13 millones de toneladas de plástico van a dar a los océanos, resintiéndolo alrededor del 68% de las especies de cetáceos. Hay casos documentados de la ingestión de plástico cuando menos en 57 de las 90 especies de cetáceos conocidas (63.3%) y existe el registro de la ingestión de plástico en todas las especies de tortugas marinas, y casi la mitad de todas las especies de mamíferos y aves marinos estudiados. Los individuos que no mueren directamente por la ingestión de plásticos o por atrapamiento en estos, pueden padecer impactos secundarios como desnutrición, movilidad restringida y una reducción en materia de reproducción o crecimiento.

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