Antonio Heras
MEXICALI.- Al considerar que continuarán las condiciones críticas de la Cuenca del Río Colorado, un estudio de El Colegio de la Frontera Norte y Conacyt advierte que representa una megasequía para la región de Baja California y California (CaliBaja).
En la actualidad, reconoció el investigador Alfonso Cortez Lara, son altos los niveles de los embalses de agua en esta región pero está amenazada la seguridad hídrica regional a largo plazo.
El investigador de la Universidad Estatal de Colorado propuso un cambio en el enfoque de gestión de la demanda de agua hacia el principio de precaución para restringir las actividades intensivas de agua, además de una gobernanza democrática, transformadora y multinivel para las aguas transfronterizas, la investigación colaborativa de vanguardia sobre nexos agua-energía para evitar situaciones de «piscina muerta».
También la combinación adecuada de incentivos -impuestos y subsidios- con mecanismos regulatorios y de autorregulación institucionales.
Esto conlleva a un financiamiento para abordar sectores y áreas vulnerables e implementar tarifas de agua justas y equitativas, así como priorizar alternativas viables para promover la conservación del agua que pase a un esquema de rentabilidad en lugar de costo-beneficio.
En el estudio «Megasequía de la Cuenca del Rio Colorado, implicaciones y alternativas para la región Calibaja», planteó la necesidad de reconstruir la confianza en las instituciones del agua para avanzar en todo proyecto, incluir a actores sociales clave en la planificación y toma de decisiones a través de mecanismos altamente participativos y democráticos en el encuentro de soluciones sostenibles.
Cortez Lara aseguró que también se requiere reestructurar y reactivar los foros ciudadanos en los Consejos de Cuenca de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), considerar los principios de equidad, una fuerte sostenibilidad ambiental y analizar alternativas para diversificar la fuente de agua.
Destacó la importancia del relleno de embalses de agua naturales y artificiales, del aumento de la capacidad del depósito de agua artificial, de instrumentar medidas estratégicas de conservación de los sectores agrícola y urbano para recuperar las tres cuartas partes del agua utilizada, reciclar aguas residuales del Río Nuevo y Río Tijuana, aumentar la captura de humedad del océano y la ionización atmosférica local para inducir lluvia.
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