TIJUANA.- A dos años del inicio de la actual administración estatal, los bajacalifornianos aún creemos que las políticas ambientales diseñadas por la gobernadora Marina del Pilar Avila Olmeda, van en la dirección correcta.
Una buena noticia durante el próximo segundo informe de actividades del gobierno estatal, sería la declaratoria como área natural protegida a una parte del cauce del Río Colorado. Esto otorgaría un argumento sólido para que se destine más agua para fines ambientales, además fortalecería la distribución del vital líquido que recibimos en tiempo de escasez del vital líquido.
En opinión de José Carmelo Zavala Álvarez, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental, A.C. (CIGA), son varios polígonos del Río Colorado en los que han trabajado organizaciones no gubernamentales como, Pronatura, Sonoran Institute y Restauremos el Colorado, quienes han realizado importantes estudios, técnicos y científicos, que podrían llevar a una declaración de área natural protegida de carácter estatal.
“Desde luego que falta el liderazgo y el seguimiento del gobierno del estado para que se fortalezca el trabajo ciudadano y se alinee a las políticas públicas. A dos años de administración, es relevante y necesario que se alcancen a ver los resultados que esperamos los ciudadanos”, subrayó.
El director del CIGA, subrayó que la entidad cuenta con expedientes técnicos, para declarar áreas naturales protegidas por el gobierno de Baja California. Desde La Lagunita en Ensenada, áreas de Los Humedales en San Quintín, el complejo lagunar de Mexicali, hasta esfuerzos por tres kilómetros del arroyo Alamar en Tijuana.
“Desafortunadamente, la lenta curva de aprendizaje de los funcionarios encargados de la prevención, preservación y restauración del equilibrio ecológico, así como la protección al ambiente, no ha permitido que el capital natural de Baja California, sea aprovechado de manera sustentable”, expresó.
El experto en temas ambientales señaló como ejemplo de falta de seguimiento a proyectos de gestión de recursos naturales, la Estrategia Estatal de Biodiversidad. Este proyecto ha estado en el escritorio durante mucho tiempo, a pesar de la insistencia de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), desafortunadamente, no ha habido una contraparte estatal que le dé el interés suficiente para lograr el acuerdo.
Otro caso es en San Antonio Necua, donde se retomó de manera tímida el jardín botánico. Actualmente, se intenta hacer un vivero con recursos de IEnova, filial de Sempra Energy, pero a pesar de que no se utilizan recursos públicos, no se le da el seguimiento que requiere el proyecto.
Baja California necesita resultados en temas ambientales. Es de esperarse que el gobierno estatal dé seguimiento a los estudios técnicos elaborados durante varios años por las organizaciones no gubernamentales. Hoy la declaratoria de áreas naturales protegidas está en manos de la titular del ejecutivo estatal, de quien se espera la inminente aprobación en favor de la sustentabilidad de los recursos naturales y de los bajacalifornianos.
Los comentarios están cerrados.