TIJUANA.- México llegó al cierre de año en medio de un incremento de la migración irregular de más del 60 por ciento y con un récord de solicitudes de asilo, y Tijuana no fue la excepción, posicionándose como una de las ciudades fronterizas a la que más personas migrantes arribaron en búsqueda de asilo o cruce hacia Estados Unidos.
Lo curioso de esta situación, es que, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Migración (INM) en Baja California, en los diversos puntos de inspección registraron que tan solo a Tijuana arribaron migrantes de más de 126 países del mundo, lo cual habla de la relevancia y la referencia estratégica que representa esta ciudad para las personas en tránsito.
David Pérez Tejada, delegado del INM en el estado, compartió en entrevista que este último es un dato “sorprendente”, porque es algo que no se había visto en años anteriores, teniendo que arribaron personas desde África, Asia central, Medio Oriente, del centro y Suramérica, el caribe y otros países que podían ser impensados.
“De estos son más de una docena de países de África de donde llegan, casi la totalidad de Medio Oriente porque llegaron de Palestina, de Israel, también de Jordania, Egipto, Irán y Afganistán, entonces, en realidad son contados de los países que no llegan; también llegaron muchos de Uzbekistán”, detalló.
El delegado destacó que, ante esa situación, este 2023 fue particularmente “un año difícil” porque esto derivó en una serie de situaciones que repercutieron en la ciudad y en la población migrante, como fue la reapertura y cierre temporal de El Chaparral, “lo cual afecta directamente a Tijuana por ser una de las garitas más transitadas, generando afectaciones económicas a la frontera”.
Una razón por la que han instrumentado labores de contención en diversas partes de la frontera, aunque reconoció que por ello han sido cuestionados por el ojo público, justificando que la única intención es resguardar esa relación binacional económica y la propia seguridad de los migrantes, ya que en el intento de cruce irregular se ven expuestos a accidentes, secuestros y la muerte.
“Lo más complicado del año fue que no pudimos lograr concientizar a las personas para que no estén cruzando ni pagándole a la gente y las bandas criminales para que los crucen de manera irregular; nos preocupan también las muertes que se han dado por cruzar el muro, que son 31 en lo que va del año”, manifestó.
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