Comerciantes del Centro Histórico de Tijuana claman por seguridad y limpieza ante olvido gubernamental

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TIJUANA.- Un llamado urgente se levanta desde el corazón de Tijuana, donde comerciantes del Centro Histórico denuncian un ambiente de abandono que ha mermado la vida y el dinamismo de esta zona neurálgica de la ciudad. Guillermo Díaz, presidente de la asociación de comerciantes de la zona, expresó su preocupación por el creciente clima de inseguridad y la suciedad que, asegura, están alejando tanto a visitantes como a residentes.

La situación es alarmante: en las últimas dos semanas se han registrado siete homicidios y dos cadáveres han sido abandonados, evidencia de la crisis de seguridad que enfrenta el área. Díaz critica la falta de interés y colaboración por parte de la Policía y la presidencia municipal, quienes, en su opinión, no han tomado las medidas adecuadas para revertir esta situación. «Mediante publicidad será imposible que regresen los consumidores a la zona; lo que necesitamos es ofrecerles seguridad», enfatizó el líder de los comerciantes.

La problemática se extiende al ámbito económico con los denominados cobros de piso, una práctica ilegal que amenaza la subsistencia de los negocios locales. Rafael Durán, otro comerciante afectado, denunció que además del acoso por parte de criminales, se enfrentan a la invasión de espacios públicos por vendedores ambulantes, quienes se sospecha también participan en la distribución de drogas al menudeo.

Pese a haber notificado a las autoridades sobre estas circunstancias, los comerciantes señalan que no se han visto acciones concretas para abordar el problema. Esta falta de respuesta ha llevado a muchos pequeños empresarios a considerar el cierre de sus establecimientos como la única salida viable ante la presión del crimen organizado y la inacción gubernamental.

La comunidad de comerciantes del Centro Histórico de Tijuana hace un llamado desesperado a las autoridades para que intervengan con medidas efectivas que garanticen la seguridad y limpieza de la zona. Solo así, aseguran, se podrá recuperar la confianza de los ciudadanos y revitalizar el primer cuadro de la ciudad, permitiendo que el comercio y la cultura vuelvan a florecer en este espacio histórico.