TIJUANA.- Enrique Lucero Vázquez, director municipal de Atención al Migrante, aseguró que actualmente el Instituto Nacional de Migración (INM) “goza de muy mala reputación”, principalmente por razones de “violación a derechos humanos (de migrantes y refugiados), de tráfico de personas y de corrupción.
Motivos por los cuales, consideró en atención a medios que, la presidenta electa Claudia Sheinbaum, una vez que asuma su cargo tendrá el reto mayor de reestructurar a esta institución desde la raíz, incluso cambiarle el nombre, para cambiar también la imagen negativa que tiene el instituto no solo hacia el interior del país, sino ante los ojos del mundo.
“La presidenta electa ya lo planteó incluso en un debate, se tiene que reformar la COMAR y el Instituto Nacional de Migración (…) se tiene que cambiar esa imagen para que México pueda tener calidad moral ante el mundo de respeto a los derechos humanos de los migrantes, porque ahorita la está perdiendo por toda esta contención de la migración y las violaciones a derechos humanos que hemos visto en el tránsito de los migrantes”, resaltó.
Agilizar procesos a refugiados
En otros de los retos que se tendrán que asumir desde la federación, destacó, será el hecho de “aceptar que México también es un país de destino, no solamente de tránsito, aunque sea muy poca la población comparada con la que cruza, pero debe aceptar ese contexto y debe facilitar el acceso de los refugiados a nuestra sociedad.
Detalló que ello se debe hacer primeramente iniciando con los procesos de refugio, posteriormente otorgando las respuestas prontas y agilizar la inclusión al mercado laborar, en ese sentido, dijo, “se tendría que exhortar a los bancos para que les abran cuentas bancarias y que las empresas puedan pagarles un salario digno a todos los refugiados”.
“En el tema de asilo, es algo que se tiene que resolver a nivel global entre México, Estados Unidos y los países de tránsito, se tienen que reunir para que estas poblaciones no corran riesgos y, en ese sentido, tienen que hacer cambios en el marco legal en México, tanto en materia de migración como en materia de refugiados”, destacó.
Autonomía presupuestal para la DMAM
En cuanto a los retos locales que tendrá la entrante administración municipal, que será encabezada por el alcalde electo Ismael Burgueño, detalló que lo que se requiere será de brindarle autonomía presupuestal a la Dirección Municipal de Atención al Migrante (DMAM), además de elevarla de dirección a paramunicipal.
“El paso es contar con presupuesto autónomo y que parte del recurso sea para seguir apoyando a los albergues; se requiere de fortalecerlos, ya que son los que se llevan la mayor parte del trabajo, pues ahí las personas duermen, se alimentan, tienen cobijo, atención médica y son el brazo derecho de las autoridades”, apuntó.
Finalmente dijo que, en su momento que inicien con la etapa de la transición, ahí se les expondrá a las autoridades la situación en la que está actualmente la dirección, además de lo que se requiere que le den continuidad, como el mantener la oficina que tienen en la garita de San Ysidro ya que es funcional para la atención de los migrantes en esa zona.
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