Comic Con podría irse de San Diego en el 2025

SAN DIEGO.- La Comic-Con de San Diego celebra su 55 aniversario del 24 al 28 de julio, pero ¿cuánto tiempo más permanecerá el festival de cultura pop más grande y antiguo del mundo en la ciudad que lleva su nombre? Mientras cientos de miles de fanáticos se preparan para dirigirse a la celebración anual de todo lo geek, los organizadores de la convención están advirtiendo a la industria hotelera de la ciudad que la situación actual con los precios de los hoteles es insostenible y podría afectar los planes del espectáculo cuando su El contrato de arrendamiento con el Centro de Convenciones de San Diego vence en 2025.

«Nunca querríamos irnos, pero si las cosas se pusieran feas y se volviera insostenible para nosotros, es algo que sin duda tendríamos que analizar», dijo David Glanzer, director de comunicación y estrategia de Comic-Con International, la organización sin fines de lucro. grupo que presenta SDCC y WonderCon, en una entrevista telefónica el lunes. «Como organizadores de eventos, siempre nos contactan diferentes ciudades y sería imprudente por nuestra parte no al menos reconocerlo».
Cuando se le preguntó si el espectáculo estaba fijado en San Diego para 2025, Glanzer respondió: “2025 es cuando nuestro contrato expira, a menos que algo suceda antes de la convención de este año. Y si es así, imagino que haríamos un anuncio durante el show”.

El punto conflictivo de la Convención es el comportamiento de algunos de los hoteles de la zona. Durante décadas, SDCC ha negociado tarifas en bloque para habitaciones que ofrecen a asistentes, expositores, profesionales e invitados de fuera de la ciudad con descuento. Por lo general, los hoteles más lujosos a poca distancia del centro de convenciones cuestan entre $275 y $335 por noche, y los más alejados se pueden conseguir por tan solo $215 a través del sitio del hotel Con’s para los asistentes registrados. La competencia por las habitaciones en los hoteles más deseados se ha vuelto tan intensa que el día en que se abren las reservas se conoce como “Hotelocapylse”.

Recientemente, Glanzer dijo que algunos hoteles han estado ofreciendo cada vez menos habitaciones en los bloques, sabiendo que pueden cobrar mucho dinero en el mercado abierto. Las tarifas de las habitaciones sin bloqueo durante el fin de semana de la Comic-Con en algunos de los hoteles más grandes pueden costar dos o tres veces la tarifa normal de temporada alta, e incluso los hoteles más pequeños y los Airbnb de la zona cobran significativamente más para aprovechar la demanda máxima. Ahora ese comportamiento oportunista amenaza con matar la gallina de los huevos de oro que atrae a cientos de miles de visitantes y cientos de millones de dólares a la ciudad en una sola semana.

«Muchos de los hoteles del centro han sido increíblemente maravillosos con nosotros», dijo Glanzer. “Nos permitieron utilizar el espacio para reuniones, nos dieron grandes bloques de habitaciones y mantuvieron sus tarifas muy competitivas. Pero es difícil cuando esos hoteles ofrecen una tarifa competitiva y luego un hotel que elige no estar en el bloque de habitaciones cobra una cantidad exorbitante de dinero. Eso significa que las personas que trabajan con nosotros terminan perdiendo”.

Glanzer dijo que este problema continúa empeorando a pesar de que se construyen más hoteles en las cercanías. “No tiene que ver con la oferta. Tiene que ver con los bloques de habitaciones asignados en esas propiedades”.

Glanzer dijo que entiende que algunos expositores de alto nivel, estudios de Hollywood y profesionales estén dispuestos a pagar tarifas más altas, pero dijo que el objetivo principal de la Comic-Con es mantener el evento relativamente asequible para los asistentes comunes y corrientes. Esa masa crítica de superfans que vienen a la SDCC de todo el mundo hace que la escala, el esfuerzo y el costo del evento valga la pena para los expositores e impulsa los miles de millones de valiosas impresiones en los medios que la Con genera cada año.

“Si los asistentes optan por no venir porque no pueden permitirse el lujo de quedarse en un hotel aquí, irán a otra convención. Y si eso comienza a suceder, los estudios no podrán lograr un impacto tan grande y se convertirá en una espiral descendente en la que nadie quiere caer. Si no podemos acomodar a las personas que quieren asistir al espectáculo, entonces estamos en una situación bastante mala”.

Con el vencimiento del contrato de arrendamiento y la directora ejecutiva de SDCC, Fae Desmond, que se retira de un puesto de tiempo completo en la organización después de la feria de este año, CCI se encuentra en un punto de inflexión. La junta actual y un nuevo showrunner podrían inclinarse a explorar opciones en otros lugares si eso le da al evento más oportunidades de crecer y acomodar a la vasta y creciente audiencia de cómics, entretenimiento, arte, coleccionables, juegos, películas y la comunidad que ha hecho Comic-Con. el centro del universo de la cultura pop.

“Creo que existe la creencia de que debido a que abrimos el Museo Comic-Con aquí [en San Diego] y siempre hemos tenido el espectáculo aquí, estamos anclados a San Diego y nunca podríamos irnos. Bueno, no queremos irnos, pero hemos realizado convenciones en Oakland, San Francisco, Los Ángeles, Anaheim, San José, y tuvieron mucho éxito. Creo que hay muchas ciudades que querrían acogernos. Según mi experiencia con otras convenciones de ciencia ficción a las que he asistido, las ciudades presentarían ofertas para la convención”.

Glanzer también señaló que la Comic-Con se ha visto obstaculizada por la capacidad del Centro de Convenciones de San Diego y que varias medidas electorales para financiar una expansión han fracasado. “Estamos agradecidos de que la ciudad nos permita tener activaciones afuera que nos permitan crear un ambiente de campus, y queremos quedarnos aquí y hacerlo funcionar. Pero si nuestros asistentes lo encuentran demasiado desafiante, sería injusto para nosotros no considerar otros lugares potenciales”.

Para la Comic-Con, que a menudo se mide por el tono de sus comunicaciones, el mensaje que los organizadores envían dos semanas antes de su evento principal no podría ser más claro.