TIJUANA.- Los siete policías municipales de la Unidad de Inteligencia, que están bajo proceso penal por presuntamente secuestrar a un niño de cuatro años y a su padre, un empresario maderero de la ciudad, fueron suspendidos.
El 4 de julio pasado se cometió el delito y los agentes continuaron laborando en sus mismos cargos hasta finales de agosto, cuando un juez los vinculó a proceso. En ese momento, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal limitó su trabajo a tareas administrativas.
Sin embargo, la Sindicatura Municipal, encabezada por Teresita Balderas, les notificó este miércoles su suspensión laboral para que la Comisión de Desarrollo Policial revise sus expedientes y, tras el análisis de las pruebas, determine su baja definitiva de la corporación, sujeto a que se complete dicho procedimiento.
“Con el fin de mantener la estabilidad social que este acontecimiento generó, la Comisión continuará con el procedimiento administrativo” para que los agentes permanezcan suspendidos hasta que se emita una resolución definitiva, declaró la funcionaria.
Estos agentes cuentan con una suspensión provisional contra la orden de aprehensión por secuestro agravado emitida por un juez local, lo que impidió su detención e internamiento en la prisión de La Mesa hace unos días.
Al conocerse este caso, el alcalde Ismael Burgueño Ruiz aseguró que no se tolerarán este tipo de ilícitos, incluso si no ocurrieron durante su administración, aunque reiteró que todo se llevará a cabo conforme a la ley.
La víctima narró a MILENIO cómo estos agentes lo privaron de la libertad junto con su hijo, y luego le exigieron dinero a cambio de su liberación.
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