CALEXICO.- Agentes de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) incautaron más de 1,300 libras de metanfetamina en dos hechos distintos registrados en el puerto de carga de Calexico, donde la droga fue localizada en el tanque de combustible de un tractocamión y en bolsas ocultas en la cabina de otra unidad comercial.
Estos decomisos reflejan la constante presión que ejercen las autoridades estadounidenses sobre el tráfico de drogas en la frontera con Mexicali, un cruce estratégico para el comercio internacional y, al mismo tiempo, una ruta clave para los cárteles que intentan introducir narcóticos a territorio estadounidense.
El primer aseguramiento ocurrió el 12 de marzo, cuando un hombre de 36 años intentó ingresar a Estados Unidos conduciendo un camión con remolque rojo. Durante la inspección secundaria, agentes de CBP detectaron irregularidades en el depósito de combustible y, con apoyo de una unidad canina K9, confirmaron la presencia de metanfetamina líquida. En total, se extrajeron 962.31 libras de esta sustancia.
El segundo decomiso se llevó a cabo el 13 de marzo en el mismo puerto de entrada. Un hombre de 30 años que conducía un camión con remolque negro fue enviado a inspección secundaria, donde los oficiales encontraron siete bolsas de lona dentro de la cabina. Al ser revisadas, contenían 140 paquetes con un peso total de 704.94 libras de metanfetamina en su forma tradicional.
Roque Caza, director del puerto de Calexico, destacó la importancia de estos operativos para evitar que narcóticos lleguen a las comunidades estadounidenses. “Los traficantes siguen innovando en sus métodos de contrabando, pero la experiencia, la tecnología avanzada y la vigilancia de nuestros agentes nos permiten mantenernos un paso adelante”, afirmó.
Ambos conductores fueron entregados a la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por sus siglas en inglés) para determinar su situación legal, mientras que los narcóticos y los vehículos quedaron bajo resguardo de CBP.
Estos decomisos subrayan la intensa vigilancia en la frontera entre Baja California y California, donde las autoridades continúan reforzando sus estrategias para frenar el tráfico de drogas, utilizando tecnología de detección avanzada, unidades caninas y operativos de inspección más rigurosos en los cruces comerciales.
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