Valle de Guadalupe, Ruta del Vino sin camino: Humbreto Valdés Romero

ENSENADA.- El Valle de Guadalupe, joya enoturística de Baja California, enfrenta un desafío crítico: la falta de infraestructura vial adecuada que garantice una experiencia segura y eficiente para los visitantes. A pesar de su creciente popularidad, la región carece de una estrategia integral de movilidad que responda a la demanda actual y futura del turismo.

 

Humberto Valdés Romero, presidente de la Federación de Transporte y Experiencias en Rutas Vinícolas (FETRAEX), señaló que la situación actual es insostenible. “Hoy, por hoy, es vergonzoso transportar a turistas de Tijuana a Ensenada o al Valle de Guadalupe y de regreso en tramos que le generan miedo, enojo y duda a quienes nos visitan de otras partes de México y del mundo”, expresó.

 

La carretera escénica Tijuana-Ensenada, principal vía de acceso al Valle, ha registrado un incremento del 234.9% en su aforo vehicular desde 2019, alcanzando más de 4.49 millones de vehículos en 2023. Sin embargo, las inversiones en mantenimiento y modernización no han sido proporcionales a este crecimiento.

 

Valdés Romero enfatizó que los recursos generados por las casetas de peaje, que representan miles de millones de pesos anuales, no se están utilizando de manera eficiente para mejorar la infraestructura vial. Esta falta de inversión compromete la seguridad de los usuarios y erosiona las oportunidades económicas de la región.

 

Además, el líder de FETRAEX advirtió sobre el bajo desempeño del municipio de Ensenada en materia de movilidad, posicionándolo como un indicador reprobado que limita su competitividad.

 

«La infraestructura vial actual, incluida la carretera transpeninsular y las rutas hacia los valles vinícolas y el sur del municipio, requiere modernización y ampliación.

El incremento del 15% en el tránsito vehicular durante el último año evidencia la saturación y el desgaste de estas vías» dijo.

 

Valdés Romero subrayó la necesidad de una planeación a largo plazo que atienda tanto la movilidad interna como la conectividad con otros destinos estratégicos del estado.

 

Argumentó que proyectos como la ampliación de la carretera escénica Tijuana-Ensenada deben ser priorizados para evitar colapsos en temporada alta.

 

Valdés Romero destacó que en la antesala del Tianguis Turístico 2025, será difícil capitalizar todo lo que representa la «Joya de la Corona Turística de Baja California».

 

Aseguró que la creación de accesos más rápidos y seguros hacia los valles vinícolas, considerados un motor del turismo regional, debe ser prioridad y también seguir impulsando un aeropuerto comercial en Ensenada para ampliar las opciones de movilidad.

 

Insistió en que la modernización de la infraestructura debe acompañarse de acciones coordinadas entre los sectores público y privado. Esta transformación colocaría a Ensenada en una posición competitiva para atraer nuevas inversiones.

 

Puntualizó que la falta de una estrategia de movilidad integral en el Valle de Guadalupe no solo afecta la experiencia de los visitantes, sino que también pone en riesgo el desarrollo económico sostenible de la región.

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