Por América Garibay
El subgénero de terror folk (o terror folclórico, aunque quizás la traducción no es precisa) puede ser fácilmente confundido con el terror sobrenatural, y con razón, pues ambos tienen la misma temática base: la posible existencia de algún poder mayor, o fuerzas más allá de lo que podemos ver.
Hagan referencia a alguna corriente religiosa específica o no, ambos populares subgéneros proponen el terror existencial que incita lo desconocido y aquello fuera de nuestro control, que intentamos explicar mediante la fé.
Aunque, ya hablando de la recurrencia de estas categorías, cabe mencionar que a pesar de las similitudes, el terror sobrenatural es ciertamente usado más, pero ¿por qué?
Pues, si bien coinciden en su concepto base, la distinción está en el enfoque que le da cada uno.
La estrategia psicológica del terror sobrenatural es sugerir la idea de que algún poder sobrenatural fuera verdadero y muestra la amenaza que este pudiera presentar– utiliza el concepto como factor de terror principal, ya que en aquel tipo de narrativa el conflicto y peligro viene solo del exterior; el ser humano se enfrenta a algo totalmente ajeno.
El miedo que provoca esto (tanto a los personajes dentro de una historia, como a sus espectadores) resulta entonces, si no precisamente más efectivo; más directo, pues no deja mucho espacio para ambigüedad.
Por otro lado, el terror folk toma esto, y de cierto modo lo desglosa. Se adentra más en el “por qué” de nuestros miedos, y los muestra a través de una lente más realista; enfocándose en la psique humana y las dinámicas sociales que conlleva tanto la fé, como la falta de ella.
Brinda una perspectiva filosófica y psicológica al terror, girando en torno a preguntas como: “¿Qué es real, y qué no?”
“¿Cómo nos afecta el miedo, y qué nos puede llevar a hacer?”
The VVitch (2015) dir. Robert Eggers
En su debut como director, Robert Eggers nos dio un filme de terror folk gótico de época, con el que estableció su estilo como cineasta– un retorno al terror clásico, pero abordándolo con estilo personal y meticulosa veracidad histórica.
Esta película, de temáticas cristianas y ocultistas, relata la vida cotidiana de una familia puritana de Nueva Inglaterra en los 1630s, recientemente exiliada de su pueblo y en busca de un nuevo comienzo en el medio de la naturaleza; esperando sentirse más cerca de Dios. Sin embargo e irónicamente, esto parece tener el efecto opuesto pues pronto comienzan a caer en paranoia y desconfiar los unos de los otros, después de una serie de misteriosos y siniestros acontecimientos.
The Ritual (2017) dir. David Bruckner
Esta cinta inglesa, basada en la novela del mismo nombre (The Ritual, 2011) e influenciada por la mitología nórdica, sigue a un grupo de viejos amigos que planean un viaje por los bosques de Suecia.
Todo parece ir bien, hasta que ocurre un trágico e inesperado evento, que les afecta profundamente a todos y fractura su vínculo de amistad. Pero a pesar de todo, deciden retomar el plan que tenían- al menos un tiempo después.
Parece algo cliché al principio, pues la clásica temática de un grupo de personas viajando y topándose con una amenaza es ciertamente típica, sin embargo, a pesar de también ser el caso aquí; la narrativa se centra más en la perspectiva y el desarrollo del protagonista, representando sus conflictos -tanto externos como internos- a través del terror sobrenatural al que se enfrentan, haciéndonos cuestionarnos si, al final del día y ante todo lo demás– tú mismo eres tu mayor enemigo, pues es el único del que no puedes escapar.
Apostle (2018) dir. Gareth Evans
Distribuida por Netflix, y en su debut al cine mainstream; el director británico Gareth Evans, quien se ha dedicado principalmente al género de acción– logró una contundente obra de terror folk, a través de la cuál comunica una fuerte y multifacética crítica social.
Ambientada a principios del siglo XX, seguimos la historia de un hombre cuya hermana ha sido secuestrada por una misteriosa secta religiosa, por lo que se embarca en un viaje para rescatarla.
Al llegar a la isla donde esta comunidad se encuentra aislada; tiene que pasar desapercibido para efectuar su plan– no obstante esto resulta la parte menos difícil de todas, pues descubre que el peligro en realidad va más allá del fanatismo religioso y un simple secuestro por dinero.
Sin dan spoilers, pero señalando la temática que hace relucir a este filme; cabe destacar su enfoque en la relación hombre-naturaleza.
Midsommar (2019) dir. Ari Aster
Después del éxito de su primer largometraje (Hereditary, 2018), Ari Aster, al igual que Robert Eggers, se estableció como uno de los nuevos genios del terror.
Muy pronto Aster se dio a conocer como especialista en el terror psicológico, pues indaga en lo inherentemente aterradora que es la experiencia humana, haciendo referencia especialmente al concepto de pérdida y duelo.
Esta cinta, mezclando estos temas junto con una ambientación de folklore sueco, resulta en una desorientadora y sofocante experiencia, que se logra sentir casi tan vívida para el expectador como para la protagonista. Además, su única perspectiva y estilo visual, con tomas precisas pero experimentales, una colorimetría de tonos pastel y un contraste de luz casi cegador; hacen relucir esta característica representación de la pérdida, la fé y la liberación.
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