Costaría 120 mil millones cancelar aeropuerto: Damián Zepeda

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CDMX.- Con Ricardo Anaya, el aeropuerto va porque generará cientos de miles de empleos.

La locura de Andrés Manuel López Obrador de cancelar el nuevo aeropuerto de la ciudad de México tendría un costo de 120 mil millones de pesos y la pérdida de cientos de miles de empleos, turismo y comercio.

Así lo afirmó el Presidente del Partido Acción Nacional, Damián Zepeda Vidales, quien subrayó que López Obrador quiere imponer su voluntad sobre el Estado de derecho, quitando certeza jurídica a los inversionistas.

Añadió que con Ricardo Anaya Cortés en el gobierno, la construcción del nuevo aeropuerto continuará, por lo que representa para la generación de empleos, el turismo y el transporte de carga, pero con total transparencia en los contratos.

El actual aeropuerto, dijo, está saturado y se requiere con urgencia uno nuevo. “No podemos, apuntó, ahuyentar las inversiones mandando el mensaje de una persona autoritaria que no respeta el Estado de derecho, que no da certeza jurídica al inversionista, y que dice: pues ya llegué yo y porque se me antojó y porque yo mando, porque creo que soy el rey o un emperador, voy a cancelar lo que quiera”.

México, subrayó, no requiere eso; México requiere certidumbre, como la ofrece Ricardo Anaya. En cambio, con López Obrador, con su ocurrencia de hoy, con su capricho de hoy, al país le costaría 120 mil millones de pesos la cancelación del aeropuerto, “eso es más dinero del que tienen la mayoría de los estados en un año”.

Zepeda Vidales calificó como pésimo el mensaje que envía López Obrador a los inversionistas y recordó que la empresa calificadora Moody´s advirtió que cancelar el aeropuerto afectará la calificación de México en el ámbito internacional.

“¿Por qué es importante eso? Porque si cambia la calificación, sube la tasa de interés, sube el tipo de cambio, le cuesta dinero, millones y millones de pesos a un país como México. No pueden pasar esos caprichos”.

Asimismo, destacó que la construcción el aeropuerto es una decisión técnica, pero López Obrador la politiza porque cree que es popular cancelarlo.

Concluyó: Estamos ante dos visiones sobre el aeropuerto: la de Ricardo Anaya, seria y de respeto al Estado de derecho, de certidumbre para los inversionistas, y la de López Obrador, el espanta inversiones que se mueve por capricho y obsesiones

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