Por Nómadas Press
TIJUANA.- Entre la incertidumbre y los desafíos que enfrentan los migrantes en su travesía hacia Estados Unidos, el arte se convierte en una herramienta de terapia y también de sustento económico.
En Tijuana, la asociación civil Centro 32 ha estado liderando este esfuerzo, llevando talleres artísticos a los albergues donde residen estas personas en espera de su cita para cruzar la frontera.
Lourdes Medrano, directora de la organización, compartió en entrevista la importancia de estos talleres como espacios seguros donde los migrantes pueden encontrar un desahogo emocional.
«Nuestros talleres no solo son educativos, sino que también están vinculados a la salud mental de quienes asisten. Son una herramienta terapéutica para manejar emociones difíciles», dijo.
Explicó que dentro de las actividades ofrecidas se encuentran la cerámica, costura, bordado e incluso corte de cabello. Estas habilidades no solo proporcionan un medio de sustento durante la travesía, sino que también promueven la creación de redes de apoyo entre los participantes.
«El crear comunidad entre las personas migrantes es el mayor beneficio que obtienen. Aquí se sienten protegidas, pueden hablar y ser ellas mismas», agregó Medrano.
Por otra parte, dijo que el taller de cerámica ha permitido a los participantes recrear sus experiencias y narrar sus historias a través de sus creaciones y, además, varias de esas piezas han trascendido las fronteras, llegando a salas de exhibición de museos en Los Ángeles, California, y encontrando también espacio en la Casa de la Cultura de Tijuana.
El arte se ha convertido en un medio de expresión y enfoque para las personas en contexto de movilidad, dando pie a establecer nuevos comienzos en sus vidas.
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