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TIJUANA.- En un clamor por transparencia y respeto, docentes y personal de apoyo administrativo del Sistema Educativo Escolar de Tijuana se manifestaron frente a las instalaciones de la Secretaría de Educación.
La protesta surge tras la convocatoria a un curso de actualización con un costo de 2,000 pesos, requisito indispensable para acceder al sistema de Carrera Administrativa, del cual no se han comunicado resultados desde el año pasado.
El curso, que prometía ser un vehículo para el ascenso y mejora salarial dentro del sistema educativo, ha resultado en frustración para al menos 870 trabajadores que invirtieron no solo su dinero sino también su tiempo y esfuerzos.
Con salarios que rondan los 4,500 pesos quincenales, la promesa de una mejora económica se siente lejana y desvanecida.
María Luisa Flores Jiménez, una de las afectadas, expresó su descontento y el de sus colegas, señalando la falta de seriedad y respeto por parte de las autoridades educativas.
La situación se agrava con la apertura de convocatorias para un segundo nivel en la carrera administrativa sin resolver aún los pendientes del primero.
“Nos sentimos burlados», afirma Flores Jiménez.
Por otro lado, Enedina Macías resalta la promesa incumplida de reembolso del costo del curso, un dinero que muchos esperaban recuperar y que hasta la fecha sigue sin aparecer.
La situación financiera de estos trabajadores se ve aún más comprometida por promesas no cumplidas.
Guillermo González Neri, también parte del personal afectado, subraya la importancia de la carrera administrativa no solo para la mejora inmediata en los salarios, sino también como un factor determinante para una jubilación digna.
«Mejorar nuestro salario es mejorar nuestra vida», señala González Neri, resumiendo el sentir de sus compañeros.
El grupo se mantuvo firme frente a la Secretaría, exigiendo ser escuchados. La protesta culminó con la intervención del delegado de la dependencia, quien se comprometió a atender sus demandas.
Sin embargo, queda en el aire la cuestión de si se tomarán medidas concretas para resolver esta situación que afecta a un número significativo de trabajadores del sistema educativo en Tijuana, marcando un precedente sobre la importancia del respeto y la transparencia en la administración pública.
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