Piden ayuda de Comunidad para Apoyar a Niña Lesionada en Atentado

TIJUANA.- En un desafortunado suceso que conmocionó a la comunidad de la Colonia Cañada Verde, Alejandra Nicole, una niña de tan solo tres años, sigue hospitalizada tras el atentado ocurrido el pasado 14 de marzo en la Avenida Baja California.

La pequeña ha sido sometida a tres cirugías intensivas, dos en la cabeza y una en el brazo derecho, tras resultar gravemente herida.

Según reportes médicos, aunque Alejandra ya no se encuentra en riesgo vital, la batalla de su familia para afrontar los crecientes gastos médicos apenas comienza. Hasta la fecha, la familia ha desembolsado más de 200,000 pesos en tratamientos en el Hospital de la Cruz Roja. Yael González, tío de la niña, compartió con nosotros que, a pesar de las dificultades económicas, la familia ha decidido no trasladar a Alejandra a otro hospital debido a la calidad de atención que ha recibido hasta el momento.

Ante la magnitud de los costos, la comunidad ha dado un paso al frente organizando diversas actividades de recaudación, como rifas y kermeses, demostrando el espíritu solidario de los vecinos. Sin embargo, los fondos recaudados aún son insuficientes para cubrir todas las necesidades médicas futuras.

En medio de la solidaridad, surgen también los oportunistas. La familia ha advertido a la comunidad sobre individuos inescrupulosos que están intentando aprovecharse de la situación pidiendo donativos bajo el pretexto de ayudar a Alejandra. Desde la familia se hace un llamado a la comunidad para verificar la legitimidad de cualquier iniciativa de recaudación de fondos y asegurarse de que la ayuda llegue a quien realmente la necesita.

Para contribuir a las causas legítimas y verificar los esfuerzos de recaudación de fondos, se pueden contactar directamente con la familia o con el hospital.

Este trágico evento no solo ha dejado cicatrices físicas, sino también ha unido a una comunidad decidida a apoyar a una de sus miembros más jóvenes en su recuperación. La historia de Alejandra Nicole es un doloroso recordatorio de los desafíos que enfrentan muchas familias tras sucesos violentos y de la importancia de la solidaridad comunitaria en tiempos de crisis.