Antonio Heras
MEXICALI.- Radiante, con una sencillez y sonrisa que significa a esta mujer de origen cochimí, profesora de tiempo completo, con licencia sin goce de sueldo, morenista, electa por segunda ocasión y primer yumana en ser presidenta del Congreso de Baja California.
Dunnia Monserrat Murillo López, reunió en el primer acto parlamentario de la Comisión de Educación, Humanidades, Ciencia y Tecnología del Congreso de Baja California a diputados, al secretario de Educación, al rector de la UABC, a diputados, directivos de instituciones educativas, dirigentes sindicales y funcionarios.
Hasta la biblioteca central de la UABC se apersonaron trajeados y en guayabera, con vestidos sastre o casuales para acompañarla en la instalación o para ser vistos en actos oficiales.
Tras escuchar los pronunciamientos de apoyo de legisladores y funcionarios, Dunnia Monserrat destacó la importancia de la educación en el progreso de la sociedad y de sus habitantes.
La diputada Evelyn Sánchez, indígena mixteca, pidió fortalecer la atención educativa de niños, niñas y adolescentes de grupos originarios y asentados en la entidad
Aprovechó la recta para anunciarles a los directivos de educación media superior que les tocaría la puerta para ver programas y proyectos en beneficio de los indígenas en Baja California.
El rector Luis Enrique Palafox Maestre destacó que a partir de la educación se genera bienestar en materia de seguridad, de salud y de medio ambiente por lo que auguró resultados tangibles de esta comisión legislativa.
Otro orgullo que cimbró a los asistentes es su origen cimarrón, entre ellos el secretario Luis Gallego y los diputados Juan Manuel Molina y Jaime Cantón que dijeron haber egresado de la escuela de Derecho con altas calificaciones.
Otros diputados cimarrones sonrieron al recordar su etapa de estudiantes en la UABC, entre ellas Michel Sánchez Allende.
PRIETITOS EN EL ARROZ
En la conducción de la sesión, al diputado Vázquez se le olvidó el nombre de la coordinadora del grupo parlamentario del PAN, Alejandrina Corral, quien congeló la sonrisa y optó por presentarse desde su silla.
Con media hora de retraso, el novel diputado Jaime Cantón entro a la sala universitaria y tras saludar de mano al público guardó asiento lejano en la mesa de trabajo como aun fuera secretario particular para después situarse en lugar preferente que le indicó la presidenta del Congreso.
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