MATAMOROS.- En Tlahuelilpan, la mitad de los pobladores se dedica a la agricultura. Sin embargo la venta de combustible robado se volvió una práctica común que reactivó la economía de la zona; el pasado viernes se registró la explosión del ducto Tuxpan-Tula que hasta el momento ha dejado 94 fallecidos y 52 hospitalizados.
De acuerdo con el Dr. José Andrés Sumano Rodríguez, Investigador del Departamento de Estudios Culturales de El Colef, lo sucedido con la explosión del ducto de combustible, forma parte de un cambio en el comportamiento y economía criminal asociado a la impunidad que ha permanecido por la complicidad de las autoridades. Es el resultado de una situación que se ha venido agravando. Situación en la que grupos que en algún momento pudieron estar asociados a carteles del narcotráfico percibieron la capacidad, rentabilidad y facilidad de dedicarse a actividades como el huachicol.
Para el especialista en cuestiones de seguridad pública, entre las acciones más pertinentes que debe encabezar el ejecutivo federal se encuentran revisar a fondo el plan de distribución de combustible y tipificar el robo de combustible como delito grave que amerite prisión preventiva oficiosa. Además de revalorar hasta dónde vale la pena involucrar al país; dónde genera más valor o más daño el combate al huachicol con una estrategia como la que se está implementando.
“Lo sucedido en Tlahuelilpan, refleja la necesidad de analizar de manera profunda y seria el tema del transporte de combustible. El combate al huachicol no es algo que puede simplificarse cerrando ductos y reemplazando la transportación de combustible mediante pipas, ya que esto implica riesgos importantes. La estrategia tiene que ser mucho más pensada. Más analizada”.
El Dr. Sumano destaca la importancia de una estrategia de comunicación respecto a los riesgos que implica estar operando de manera clandestina con combustibles; los riesgos que esto genera a la población. Así como incorporar medidas de protección civil a la estrategia de seguridad. Ya que afirma, no solo se trata de temas de vigilancia.
Subraya además la importancia de que el gobierno federal establezca los esquemas de protección civil así como los protocolos que se pueden aplicar para la prevención de este tipo de casos; si no se busca ejercer el uso legítimo de la fuerza. Haciendo referencia a la situación previa a la explosión de Tlahuelilpan, en la que se encontraban presentes al menos 85 soldados, más elementos de la gendarmería y de la policía militar para contribuir en la contención de los pobladores. “Se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo pero no tuvieron capacidad de respuesta; porque la respuesta que tienen es una estrategia punitiva o de seguridad” afirma.
En ese sentido, de acuerdo al Dr. Sumano, hasta el momento se ha buscado transferir la responsabilidad de la vigilancia al ejército, haciendo parecer que Gobierno Federal considera que no hay nadie más para apoyar esta tarea.
Afirma que una de las reflexiones importantes es el tema de qué lleva a la población a arriesgar su vida por cuatro o cinco litros de gasolina. Qué hemos hecho mal como sociedad, en particular respecto a los temas de desigualdad; desempleo y precariedad, que llevan a la población a arriesgar sus vidas. Sin embargo destaca la importancia de no criminalizar la pobreza.