Octavio Fabela Ballinas/EBC
TIJUANA.- El pasado lunes 13 de mayo un pasajero que viajaba en un autobús de la línea Verde y Crema murió luego de que fue impactado por las balas que le disparó un ladrón en un asalto al y transporte público, algo similar ocurrió el año pasado en una unidad de la empresa Azul y Blanco por lo que los transportistas exigen seguridad en sus rutas para evitar que una situación así se repita.
En entrevista el presidente de Azul y Blanco, Arturo Arce considera que todas las empresas del transporte público masivo están en riesgo de que sus pasajeros puedan perder la vida, principalmente las que cubren las rutas más largas hacia la Zona Este y Playas de Tijuana pues tienen que cruzar tramos completamente obscuros y con vialidades en pésimo estado.
En entrevista recordó que el año pasado, en 2018, un pasajero murió tras resistirse a un atraco cuando viajaba hacia Casas Beta, “es tiempo de que se tenga una estrategia de seguridad efectiva pues después del reciente homicidio a un pasajero, no tienen la certeza de llegar con vida a sus destinos”.
Explicó que tras una reunión de urgencia con funcionarios municipales de Seguridad y Movilidad acordaron que “la SSPM se comprometió a asignar policías municipales para rondines, en zonas peligrosas como el Corredor 2000, la zona de K-Casas, Las Delicias I y la Rampa Divina, confiamos que las estrategias arrojen resultados positivos, pues no sólo los choferes sienten temor al transitar en una unidad del masivo, también los usuarios”.