AJEDREZ POLITICO
*PARA PADRES DE FAMILIA: PRIMERO EL CELULAR, LUEGO SUS NIÑOS
*JUEGOS INFANTILES CONVERTIDOS EN CAMPOS DE GUERRA
Por: SERGIO ANZURES
En verdaderos campos de batalla se han convertido los juegos infantiles utilizados como distractor para niños y niñas en restaurantes y algunos lugares de venta de hamburguesas en Tijuana y en parques de la ciudad.
Bastaría observar cómo padres de familia abandonan por completo el cuidado de los niños, quienes son depositados y olvidados en el “campo de guerra”.
Se percibe catastrófico, pero es la realidad, tanto que es más fuerte el vínculo entre el teléfono celular y los propios padres de familia que el cuidado de sus niños.
A través de las redes sociales se han proyectado en videos cuando algunos agresores sexuales o personas desconocidas se llevan a los menores en cuestión de segundos en parques infantiles y aun así, ante estos hechos, los padres de familia siguen actuando con absoluta irresponsabilidad.
Por otra parte, los niños con absoluta libertad, literalmente sueltos y sin límites, se vuelven locos en el subir y bajar de estos juegos que carecen de supervisión en el diseño ergonométrico y construcción.
En algunos restaurantes o lugares públicos estos juegos infantiles presentan riesgos evidentes por un tornillo suelto, falta de colchoneta o cuando son de madera astillas son observadas.
Psicólogos y licenciados en educación señalaron a AJEDREZ POLÍTICO que ante este escenario que pareciera campo de obstáculos de entrenamiento táctico, los niños vueltos locos suben y bajan escaleras, cruzan puentes, arrojan pelotas e ingresan a zonas prohibidas, solo son advertidos por los gritos que a lo lejos se escucha de parte de una madre de familia.
Como si se tratara de una vecindad, los gritos y más gritos que vienen de las madres de familia, tías o hermanas y uno que otro padre también descuidado, solo se escuchan en los momentos que dejaron de observar los teléfonos.
Todo el reflejo y descomposición que surge del núcleo familiar lo puede observar en el comportamiento de los niños, cada vez más agresivos y violentos con un lenguaje que usted puede escuchar solamente en adultos o en películas de burdeles.
La pregunta es: ¿qué estamos generando en nuestras casas? Los niños violentos y delincuentes no provienen de otro planeta ni vienen de la luna, son el producto de la descomposición social y descuido de muchos de los padres de familia que, al no supervisar su crecimiento y su desarrollo, dejan que sean las aplicaciones e internet quienes funjan como niñeras o, en el peor de los casos, que sean quienes estén educando y formando “los valores” en los pequeños.
Aunque parezca algo irrelevante, dos psicólogos coinciden que la combinación de todos estos componentes, construyen un “campo de guerra” en donde es común observar a niños violentos que agreden y hacen bullying a otros niños y niñas que no son agresivos; carecen de protección ante las agresiones verbal, física y psicológica; por ello, de nueva cuenta surge la pregunta: ¿qué queremos producir y entregar a la sociedad? ¿qué tipo de adultos tendremos en algunos años?
Cita una frase que a la letra dice: “Educa bien a tus hijos hoy para que mañana no se conviertan en delincuentes”.
Es momento de hacer algo.