TIJUANA.- El sector salud del estado hace lo humanamente posible por atender a toda la población que cuenta con Seguro Popular, o que carece de algún régimen de seguridad social, pero la infraestructura con que se cuenta es insuficiente, reconoció el Secretario de Salud del Estado, Caleb Cienfuegos Rascón.
Cuando se cataloga al Hospital General de Tijuana como el “hospital de la muerte”, aclaró que habría que tomarse en cuenta que: tiene una sobredemanda muy importante, con un déficit de más de 400 camas, lo que significa “dobletear” la capacidad instalada del Hospital.
El segundo aspecto, prosiguió, es que el nosocomio trabaja con la voluntad y residencia de su gente, que hace lo humanamente posible, con los recursos con que se cuenta; y tercero, el abasto de medicamento es limitado, debido a la transición a un nuevo modelo nacional, que ha causado trastornos en la adquisición del cuadro básico.
El abasto de medicamentos es del 56% en el cuadro básico, y del 35% en los de atención a enfermedades graves, como el cáncer; todo, debido a la nueva política centralista del gobierno federal, que, sin embargo, esperan que ya pronto empiece a gestar sus resultados positivos, ya que se agilizarán mediante el esquema de compras consolidadas.
Un factor extra, de la problemática del sector salud estatal es que hay una cantidad enorme de pacientes abandonados, o por familiares, o porque son personas en situación de calle, en calidad de desconocidos, y, algunos migrantes, pero, sobre todo, deportados que se refugian en la canalización del Río Tijuana.
En Mexicali se atienden, por lo menos, a 7 personas cada semana, en esas situaciones de abandono, y en Tijuana, a un promedio de 10 cada semana. Lo que se hace en esos casos es, cuando logran estabilizarlos y, ya puedan seguir su atención en su lugar de residencia, si no cuentan con una, los remiten a albergues temporales.
Debido a la frecuencia de esos casos, observa, los hospitales de la Secretaría de Salud del Estado se convierten en “casas de asistencia”, pues, en algunos casos, pasan meses para remitirlos a otro lugar seguro, donde puedan continuar la atención de su salud, y, obviamente, eso impacta en la capacidad de espacios hospitalarios, y de emergencias.
Todas las características señaladas inciden en que, desde el área de emergencias, se genera un “embudo” que no se puede terminar, impactando en las zonas de hospitalización, con el difícil reto de decidir quién se queda y quién no, y se improvisa para la atención de los pacientes más graves.
También se agregan los heridos por el clima de inseguridad que prevalece en la ciudad, que requieren atención inmediata, y camas, o, como antes se dijo, improvisar su atención, pues son situaciones no previstas.
En un sistema previsor, con infraestructura suficiente, el Hospital habría de tener ocupadas el 80% de sus camas, y el 20% para emergencias. Pero, con sus limitaciones actuales, se podría decir que está operando al 130% de su capacidad, ilustró Caleb Cienfuegos.
Para despresurizar la demanda de servicios, informó, con la visita del Secretario de Salud Nacional, Jorge Alcocer Varela, se definieron las siguientes acciones: reforzar los hospitales de Tecate y Playas de Rosarito, para que dejen de enviar pacientes a Tijuana; y aumentar en la parte frontal del Hospital General un espacio para 60 camas más, aunque, obviamente no es la solución, pero es un paliativo.
En respuesta a muchas otras inquietudes de los medios de comunicación, el Secretario de Salud del Estado, Caleb Cienfuegos Rascón, confirmó que en este año se han registrado 12 pacientes atendidos por “golpes de calor”, de los cuales, 4 fallecieron, dos adultos de 30 años, y dos mayores de 50 años.
En la sesión semanal de la Asociación Nacional de Periodistas A.C. (ANPAC), el funcionario aclaró que ninguno de los fallecidos por esta ola de calor, ninguno fue por quemadura solar, sino por condiciones inherentes a la salud personal de los ahora occisos.
Así mismo, confirmó que la hepatitis C es el padecimiento número 1 de morbilidad en los hospitales del sector salud estatal, habiéndose diagnosticado 294 personas, que, por fortuna, están en fase temprana, en tanto que han concluido los tratamientos de otros 64 pacientes con hepatitis C.
Puede ser que existan más quejas que las 918 llevadas hasta la Comisión de Arbitraje Médico, que derivaron en interposición de gestorías, y, de las cuales, solamente 3 no concluyeron en conciliación, pero no fueron casos de negligencias médicas, sino de riesgos asumidos conscientemente por los pacientes.
Este año se han atendido a 178 migrantes con problemas de salud “cotidianos”, nada grave, se atendieron 12 partos de mujeres extranjeras, y cada semana se realizan jornadas de salud en 12 albergues de migrantes.