Octavio Fabela Ballinas/EBC
TIJUANA.- El último pago que recibió la maestra interina Victoria Hernández Ibarra fue hace dos años, desde entonces subsiste gracias préstamos, el apoyo familiar y a veces el apoyo económico que brindan de forma voluntaria los propios padres de familia. La de la profesora es una de las cientos de historias que se pueden contar entre los docentes que no reciben su salario y que son la causa del paro laboral que impide el inicio del ciclo escolar.
“Hace cuatro años que trabajo como interina, y dos años que no me pagan. Ahora sí que en base al apoyo familiar. Yo estoy casada y mi esposo me apoya, cuando ya no puede, ya no tenemos para los dos pues mis papás me ayudan, soy de aquí de Tijuana y pues aquí los tengo pero sí es bastante difícil porque al final de cuentas pues no todo el tiempo podemos estar subsistiendo de los demás”.
No obstante las dificultades que le acarrea el no contar con un ingreso seguro, la maestra asegura que cursó la carrera docente por vocación pues “obviamente es difícil y también no tiene uno todos los recursos para trabajar como se debiera, porque parte de nuestro salario es para comprar material y brindar una mejor educación. No lo logramos al 100% en ese aspecto pero con lo que tenemos hacemos lo que podemos”.
En su caso afirmó el adeudo corresponde a diversos bonos pendientes desde el año 2017 que suman poco más de 60 mil pesos. Más el pago íntegro de su salario por las horas trabajadas durante el ciclo escolar del año 2018. Hasta este martes continuaba el paro de labores por parte del magisterio en Baja California en tanto no se resuelva el adeudo pendiente que estiman asciende a más de 100 millones de pesos con maestros interinos.