POR SAID BETANZOS
Causó sorpresa que continúen, aunque sea como asesores en el gobierno de Jaime Bonilla Valdez, Cristian Colosio Lule y Fernando Sánchez, actuales procurador y Secretario de Seguridad Pública en Baja California.
¿Cuál cambio?, expresaron no uno, sino casi todos los agentes del Ministerio Público, policías ministeriales y estatales. Ese era el cuchicheo en las oficinas del gobierno estatal.
Y es que el abogado tijuanense Guillermo Hernández “Titi” Ruiz, propuesto encargado del equipo de transición en el área de Justicia y seguridad, los presentó como asesores durante una reunión con el próximo mandatario en una reunión transmitida en redes sociales.
El también propuesto para ser el próximo titular de la Fiscalía General del Estado (FGE) sostuvo que se suman al proyecto cuyo objetivo es reducir la incidencia delictiva en la región.
¿Pero qué han hecho ambos personajes?. ¡Nadie sabe!, hoy en día Colosio Lule no ha citado a dar una sola conferencia, no da la cara a la sociedad para explicar por qué no pueden arrestar a criminales, principalmente homicidas.
Le rehúye a la prensa y a entrarle a temas difíciles.
Cátedra hay mucha en el tenor de la seguridad, pero la sociedad está cansada quiere resultados, como lo expuso el senador con licencia Jaime Bonilla, quien atinadamente les leyó a todos la cartilla: No habrá recorte presupuestal, pero exigiré resultados.
Colosio será asesor y Sánchez vuelve a la Academia de Seguridad Pública del Estado, donde estuvo antes de su actual cargo como titular. Es justo ahí en donde se forman los nuevos policías, donde se capacita a los actuales, pero en donde también desde hace años no hay nada nuevo.
LOS DESTACADOS
Hay nombres muy sobresalientes y con destacados resultados, como la abogada Adriana Lizárraga, con probada honestidad de servicio pero más aún, efectividad palpable.
Como hierro logró eliminar a uno de los que fue presuntamente principal operador de la Trata de Personas en términos sexuales en Tijuana, el entonces dueño del table dance Madonas, el israelí Galor Shaltiel.
Aunque logró obtener su libertad, sus negocios quebraron tras un operativo que la llevó a ocupar esa misma fiscalía en la desaparecida Procuraduría General de la República (PGR).
O el conocedor de temas federales, Hiram Rodríguez, ex subdelegado de la PGR en Baja California, a quien nunca le dieron la oportunidad de ser titular por su conocimiento basto para evitar la libertad de delincuentes de alto calibre, además de no buscar congraciarse con ningún político en turno en la primer década del siglo.
Otro tijuanense perdido la Ciudad de México, que aunque tuvo problemas jamás se le ha tachó de delincuente o corrupto, es Carlos Flores, actual zar Antidrogas de la Policía Federal, subdirector del CISEN en tiempos de Felipe Calderón Hinojosa.
Polémico pero fiable al encaminar a que la Policía Estatal Preventiva en la entidad fuese en sus primeros años una corporación sin mañas y con resultados.
Es propuesto para ser el próximo titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado.
Aparece como uno de los nuevos integrantes, el actual Subprocurador de Justicia, Jorge Álvarez Mendoza, quien se prevé esté al frente en el mismo cargo con Bonilla Valdez.
Es un profesionista al que la actual administración siempre le ató las manos para realizar nuevas maniobras jurídicas a fin de disminuir índices delictivos como los robos comunes, entre otros.
Esperemos ahora goce de esa libertad y no de ataduras, así también como de compromisos de “Los Jefes”, como se refieren a los titulares de la PGJE.
LOS PROSPECTOS DESCONOCIDOS
Los pocos conocidos localmente y que serán parte del próximo gobierno en la FGE:
– Teniente Coronel Maderos, a cargo del área de inteligencia.
– Marco Antonio López Valdez, abogado penalista y propuesto para Fiscalía Regional de Ensenada.
– Pedro Adrián Mendívil García, abogado penalista y propuesto para Fiscalía Regional de Mexicali.
– Joel Pacheco González, abogado colaborador.
– Pedro Cruz, propuesto para la Dirección de Prevención.