TIJUANA ENVUELTA EN LAS LLAMAS DE LA VIOLENCIA
AJEDREZ POLÍTICO
*TIJUANA ENVUELTA EN LAS LLAMAS DE LA VIOLENCIA
*LA HERENCIA DE HORROR DEL “PATAS” GASTÉLUM
*CASI SEIS MIL ASESINATOS EN DOS AÑOS Y DIEZ MESES DE GOBIERNO
POR: SERGIO ANZURES
La herencia de Juan Manuel Gastélum en sus dos años y diez meses de gobierno, una ciudad envuelta en las llamas de la violencia con 5 mil 969 asesinatos al mes de agosto del 2019 y 116 mil 130 delitos, según cifras oficiales.
De eso no tiene argumento alguno el presidente municipal Gastélum Buenrostro para defenderse, las estadísticas ahí están, no mienten, somos la ciudad más violenta del país.
Cuando rindió protesta el primero de diciembre del 2016, se comprometió a brindar seguridad a los tijuanenses y digan lo que diga, no cumplió.
Dijo que iluminaría Tijuana, que sería la mejor ciudad de México y la convirtió según publicaciones de organismos internacionales, en la más violenta del mundo.
En el tema de corrupción ha habido acusaciones en contra de su gobierno, pero serán las instancias correspondientes en investigar y dictaminar si la hubo o no, por lo pronto la sospecha existe.
Es obvio que funcionarios de su gobierno serán citados por la próxima Sindicatura para aclarar temas pendientes.
Aclarar cómo están diversos contratos y concesiones firmados y otorgadas a diversas empresas nacionales y locales.
Información otorgada a AJEDREZ POLÍTICO, asegura que las casas de funcionarios municipales servirán como evidencia de que hubo corrupción, ni modo que un servidor que gane 70 mil pesos mensuales tenga una residencia de 500 mil o 700 mil dólares, ¿de dónde? al menos sea una herencia o se haya sacado la lotería.
En esta columna recordemos algunos pasajes del gobierno de Juan Manuel Gastélum en el tema de inseguridad y violencia:
Fueron las leyes al principio de la administración las que imposibilitaron abatir el alto número de hechos delictivos en Tijuana, aseguraban Juan Manuel Gastélum presidente municipal de Tijuana y su secretario de Seguridad Pública, Marco Antonio Sotomayor Amezcua.
Ambos afirmaron una y otra vez categóricamente que todos los días luchaban en las calles sus policías contra delincuentes y eran liberados por el juez al declarar improcedente la detención por portación de armas de fuego.
Lo mismo sucedía con conductores de vehículos robados y otros delitos.
Presumieron mediante fotografías en sus redes sociales cómo se trasladaron a Mexico a proponer reformas al Código Penal.
Hubo regaños públicos como parte del espectáculo para que la ciudadanía viera una verdadera preocupación del alcalde y su secretario.
La corporación policiaca apechugaba y se comprometía, aunque no estuvieron de acuerdo. “El que no pueda se va”, expresaba el alcalde frente a vecinos que visitaba.
Así transcurrieron dos años y casi diez meses y nadie se fue, hasta el próximo 30 de septiembre en que por ley tendrán que dejar sus cargos.
Las estrategias de contención al delito en Tijuana jamás cambiaron ni tampoco hubo el verdadero propósito de combatir la incidencia delictiva, aseguran especialistas, abogados y criminólogos.
Sabio refrán dice “mucho ruido y pocas nueces”, así fue la actuación de las autoridades municipales que además de lo anterior y de contar con el apoyo de los otros de gobierno jamás lograron contener la violencia en la ciudad.
Hubo cambios en las leyes que les permitieron mejorar las detenciones y con el ministerio público mejorar la argumentación ante los jueces, para solicitar medidas de prisión preventivas o definitiva.
Pero no hubo resultados y dejan una ciudad envuelta en las llamas de la impunidad.